Con motivo de la celebración el martes 1 de mayo del Día Internacional del Asma, el Dr. José Vigaray Conde, alergólogo del Hospital USP San Camilo de Madrid, ha afirmado que el 80% de los casos de asma están producidos por reacciones alérgicas. Las personas con alergias son más propensas a padecer asma, en especial aquellas que afectan a la nariz y a los ojos. El asma y las alergias son dos afecciones distintas, pero que se encuentran relacionadas.
El asma es una enfermedad crónica y con tendencia hereditaria de las vías respiratorias, causada por la inflamación de los bronquios y que se caracteriza por crisis de dificultad respiratoria, opresión torácica, tos y por la presencia de silbidos de pecho. Los pacientes presentan una mayor sensibilidad de los bronquios que reaccionan de forma exagerada a diferentes agentes del medio ambiente, lo que se conoce como hiperreactividad bronquial, dando como resultado su obstrucción y un exceso de producción de moco en las vías respiratorias.
El asma es una afección muy frecuente. De hecho, se observa un aumento de casos en todo el mundo cada año, llegando a afectar a un 5% de la población, aunque en los niños este porcentaje aumenta, pudiendo superar el 10% y llegando hasta un 17% en ciudades como Madrid. En la mitad de los casos, el asma se diagnostica antes de los 10 años y, en la mayoría de estos, los síntomas aparecen antes de haber cumplido los dos años. Tan solo un 25% de las personas afectadas por asma son diagnosticadas después de los 40 años. El asma no se cura, pero muchos adultos dejan de padecer los síntomas con un adecuado control.
El asma alérgico es el que se produce como reacción a un alérgeno e incluye el asma por inhalantes (pólenes, ácaros…) y las crisis de asma por alimentos, medicamentos e himenópteros. Las alergias suponen una reacción exagerada del sistema inmunológico a determinadas sustancias o alérgenos. Esta reacción provoca la liberación de varias sustancias, entre ellas la histamina, que es la que provoca los síntomas alérgicos que pueden afectar a los ojos, la nariz, la garganta, la piel, el tracto intestinal o los pulmones. Es en este último caso, cuando las vías respiratorias de los pulmones se ven afectadas, es cuando pueden aparecer los síntomas asmáticos derivados de la alergia.
El especialista advierte de que las personas que sufren de asma y alergias deben conocer muy bien cuáles son los alérgenos que les afectan para poder evitarlos, en la medida de lo posible. El primer paso a la hora de realizar un tratamiento en el asma con origen alérgico es la identificación de los factores desencadenantes y el cambio en el estilo de vida para reducir la exposición, a lo que le seguiría el tratamiento que prescriba el médico en cada caso.