Un estudio dirigido por la Dra. Patricia Palomo, profesora del Grado de Podología de la Universidad de Extremadura (UEX), -titulado ‘Aspectos clínicos de la salud del pie y su influencia en la calidad de vida entre las sobrevivientes de cáncer de mama: un estudio de casos y controles'- ha analizado el impacto en la calidad de vida relacionada con la salud del pie en mujeres con cáncer de mama sometidas a tratamiento de quimioterapia.
En este trabajo han participado también la Facultad de Medicina de la UEX y otras universidades españolas, como la Universidad Europea de Madrid; Universidad Complutense de Madrid; Universidad Rey Juan Carlos; Universidad de León y Universidad de La Coruña. Ha contado además con la colaboración de la Asociación Oncológica de Extremadura (AOEX). Los doctores que formaron parte del equipo fueron Ricardo Becerro de Bengoa, Marta Losa Iglesias, César Calvo Lobo, David Rodríguez Sanz, Jorge Guerrero Martín y Daniel López López.
El estudio evaluó los síntomas que aparecieron en los pies de mujeres con cáncer de mama sometidas a quimioterapia, con el fin de desarrollar estrategias para prevenir estos síntomas y mejorar la calidad de vida de estas mujeres.
Para ello se comparó y analizó tanto la salud del pie como la salud general de un grupo de cien mujeres afectadas por este cáncer con otro grupo de otras cien mujeres sanas.
Las mujeres que participaron en el estudio -entre enero de 2016 y mayo de 2017- eran pacientes de la Clínica de Medicina y Cirugía Podológica de la Universidad de Extremadura, en Plasencia, y de la Unidad de Oncología del Hospital Infanta Cristina de Badajoz.
La quimioterapia asociada al cáncer de mama provoca efectos secundarios y ciertos tratamientos de quimioterapia pueden causar, respecto a las extremidades, el síndrome mano-pie o la eritrodisestesia palmoplantar, ya descrito en la literatura científica.
El síndrome mano-pie es una reacción cutánea que se produce cuando una pequeña cantidad de medicamento se filtra desde los capilares (pequeños vasos sanguíneos) hacia la piel, especialmente en la piel de las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Una vez que el medicamento se ha filtrado puede dañar los tejidos circundantes.
Algunos de los signos y síntomas del síndrome mano-pie son entumecimiento, hormigueo, ardor o picazón, enrojecimiento (similar a las quemaduras solares), inflamación, incomodidad, ternura y sarpullido.
El síndrome mano-pie puede ser doloroso y afectar a la vida diaria del paciente. Por ello, este estudio evaluó los síntomas que aparecieron en los pies de las mujeres participantes en el estudio.
Problemas en los pies una vez iniciada la quimioterapia
El estudio reveló que el 94% de las participantes manifestaron tener problemas en los pies una vez iniciado el tratamiento de quimioterapia. Un examen físico reveló que las alteraciones más frecuentes en los pies fueron anomalías en las uñas (46%), dolor generalizado (36%), grietas y sequedad (20%), parestesia (19%), inflamación (10%), varices (8%), dedos deformados (7%), helomas y dureza (4%). Algunas pacientes sufrieron más de una de estas alteraciones al mismo tiempo. El 4% de las pacientes no presentaron ninguno de estos signos y síntomas después de la quimioterapia.
"La salud de los pies puede ser esencial para el bienestar y la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama", según recoge el estudio, en el que se apunta a un estudio previo realizado en mujeres de los países árabes sobre la calidad de vida y el cáncer de mama, que demostró que la disminución de la función física además de los problemas psicológicos y sociales afectaba a la calidad de vida de estas mujeres. Sin embargo, en aquel estudio la salud del pie no se evaluó.
El estudio dirigido por la Universidad de Extremadura concluye que las mujeres con cáncer de mama presentan una menor calidad de vida relacionada con la salud del pie. Aumentaron los aspectos clínicos con énfasis en el dolor y la discapacidad del pie. Además, la actividad física, la capacidad social y el vigor se vieron afectados. Por ello, "la atención médica general y la prevención del problema del pie para los sobrevivientes de cáncer de mama deben tener una mayor consideración".
El estudio muestra unos resultados indicativos de un deterioro de la calidad de vida específica relacionada con el pie, y concluye que "el cuidado y la prevención adecuados de los pies pueden ser extremadamente importantes para prevenir la aparición o el desarrollo de lesiones, dolor, infecciones y/o deformidades durante el proceso de quimioterapia".
Hace especial hincapié en la importancia de la atención médica y podológica, que es muy útil en mujeres con cáncer de mama que se han sometido o están recibiendo quimioterapia para mejorar su calidad de vida.