El Día Mundial Contra el Cáncer de Colon se celebra el 31 de marzo y tiene como objetivo sensibilizar a la población sobre la necesidad de prevención sobre esta enfermedad. En España cada año se diagnostican 44.000 nuevos casos de cáncer de colon, sobre todo entre los 65 y los 75 años. Concretamente en 2021 se detectaron 25.700 casos en varones y 17.900 en mujeres. Esto lo convierte en el tumor con la mayor incidencia en el país; la prevención y el conocimiento de sus síntomas son claves para evitar el desarrollo de la patología.
El cáncer de colon es una enfermedad que padecen, aproximadamente, un 15% de los españoles. Según la American Cancer Society, en general, el riesgo de padecer cáncer colorrectal en el transcurso de la vida es de alrededor de un 4,3% para los hombres y de un 4% para las mujeres. Se trata de una patología caracterizada por el crecimiento anómalo de las células del colon y la zona rectal, que comienza con la aparición de pólipos intestinales. Estos, si no son detectados y revisados con frecuencia, con el paso de los años pueden transformarse en tumores malignos.
En 2021 la mortalidad por esta causa derivó en casi 17.000 fallecimientos lo que supone el 15% del total de muertes por cáncer, 113.000. Pero es positivo señalar que la tasa de supervivencia general a 5 años del cáncer de colon es del 67%, y aumenta hasta el 89% si se diagnostica en un estadio localizado. Incluso puede superar el 90% si se detecta en sus primeras fases de desarrollo. Es por esto que una detección temprana es crucial para asegurar su curación.
Prevención y factores de riesgo
Se trata de una enfermedad que, en sus fases iniciales, presenta escasos o nulos síntomas, por lo que las acciones preventivas son fundamentales, como tener conocimiento de sus síntomas y someterse a pruebas específicas si se detecta alguno de estos. La sintomatología que puede alertar de su aparición es el sangrado en las heces, el cambio en la frecuencia y características de las deposiciones, cansancio, anemia, pérdida de peso y apetito sin explicación aparente o dolores abdominales.
Además, se deben tener en cuenta los factores de riesgo: los antecedentes familiares, la edad y sufrir alguna patología intestinal previa. También existen riesgos externos, como una alimentación poco saludable o el consumo de sustancias tóxicas como alcohol, tabaco o drogas. Es muy importante seguir las recomendaciones de cribado poblacional para la detección precoz tanto de tumores de colon y recto como de las lesiones precursoras (pólipos).
En cuanto al tratamiento, si bien se recomienda la utilización de quimioterapia o radioterapia en algunos casos, el tratamiento principal sigue siendo la cirugía. La cirugía por lo general implica la realización de cirugías radicales, sea realizada por el método convencional (abierto) o por cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia, robótica, transanal, etc).
Cirugía robótica y cáncer de colon
Cuando el tratamiento del cáncer de colon requiere cirugía, el paciente tiene una alternativa en la cirugía mínimamente invasiva realizada, por ejemplo, con el sistema robótico da Vinci. Frente a una cirugía abierta, el robot guiado por el cirujano, realiza solo 4 pequeñas incisiones de un centímetro, lo que supone importantes beneficios para el paciente: una recuperación más rápida, menos dolor y menor riego de infecciones permitiendo que se incorpore a la vida cotidiana en muy pocos días.
El Dr. Eloy Espín, jefe de Sección de Cirugía Colorrectal del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, comenta que, entre los beneficios del sistema, el más importante es que, con una radicalidad oncológica similar a la cirugía tradicional y la laparoscopia, permite tener mejores resultados funcionales (función defecatoria, urinaria y sexual). Este sistema tiene una gran precisión ya que su óptica aumenta el órgano hasta 10 veces y puede verse en 3D, lo que permite trabajar con gran fiabilidad y eficacia.
El cirujano no opera directamente sobre el paciente, explica el Dr. Espín, sino que lo hace sentado en una consola desde donde maneja virtualmente unas pinzas. El sistema traduce los movimientos de las manos del médico en impulsos que son trasmitidos de forma literal a los brazos robóticos permitiendo llegar a zonas de difícil acceso, si bien siempre hay un cirujano asistente al lado del paciente para ayudar en caso necesario.
En cualquier caso, no se debe olvidar la importancia de mantener un estilo de vida saludable y evitar el consumo de sustancias tóxicas, que, sumado a las acciones preventivas y el conocimiento de la sintomatología, son claves para la prevención y detección temprana de la enfermedad.