El cáncer de mama es un crecimiento anormal y desordenado de las células de este tejido. Es el tumor maligno más frecuente en la mujer y el riesgo de padecerlo aumenta con la edad.
El pronóstico de estas enfermas se fundamenta en un diagnóstico precoz para conseguir índices elevados de supervivencia y, por ello, se desarrollan campañas de cribado para la población femenina sana. La prueba más rentable para el diagnóstico del cáncer de mama es la mamografía y la combinación de cirugía, radioterapia y quimioterapia es el tratamiento más eficaz.
Sin embargo, en un estudio realizado en el Instituto para la Investigación Oncológica de Estados Unidos en Texas, se ha detectado una menor supervivencia entre las afectadas de esta enfermedad mayores de 75 años.
El estudio, publicado en el Journal of the American Medical Association, ha estudiado alrededor de 10.000 mujeres posmenopáusicas con receptor hormonal positivo, lo que debería haber sido beneficioso para el pronóstico de su enfermedad y, sin embargo, la supervivencia de las mayores de 75 años había sido peor que en las más jóvenes con receptor hormonal negativo y tumores más agresivos.
Es necesario revisar los tratamientos aplicados a las mujeres más ancianas con estos tumores, ya que el peor resultado de supervivencia se debe al infratratamiento. Muchos clínicos opinan que un tratamiento agresivo es innecesario y contraproducente a esta edad y este es el motivo de la peor respuesta de las más maduras.