En España, los pacientes con enfermedad arterial coronaria (EAC) poseen unas características sociodemográficas y clínicas similares a las de otros países de Europa Occidental. Así lo reflejan los primeros resultados publicados sobre el registro CLARIFY en España. Entre los factores de riesgo cardiovascular, destaca la frecuencia cardiaca (FC) como uno sobre los que sigue existiendo un control insuficiente, a pesar de que el 75% de estos pacientes reciben betabloqueantes.
En este sentido, el Dr. José Luis Zamorano, coordinador nacional del registro, señala que la media de la FC en reposo (65 Ipm), registrada tanto en los pacientes incluidos en España como en los demás países europeos que participan en el análisis, está por encima del objetivo recomendado por las guías clínicas (55-60 Ipm).
"Los datos del registro CLARIFY muestran cifras de frecuencia cardiaca superiores a 60 pulsaciones por minuto, lo que se asocia a una mayor prevalencia de angina y más gravedad. Este hecho pone de manifiesto que en nuestro medio hay necesidad de mejorar el tratamiento para reducir la frecuencia cardiaca al objetivo recomendado por las guías clínicas para pacientes con angina estable", subraya el Dr. Zamorano.
Mayor Registro Internacional en EAC
El registro CLARIFY (ProspeCtive observational LongitudinAl RegIstry oF patients with stable coronary arterY Disease / registro prospectivo observacional longitudinal de pacientes con enfermedad arterial coronaria estable) es el mayor registro internacional realizado hasta la fecha en pacientes ambulatorios con enfermedad arterial coronaria (EAC), y fue presentado hace cinco años en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
Se trata de un registro prospectivo realizado en 41 países y en el que se han incluido 33.248 pacientes, 14.726 de ellos reclutados en países de Europa Occidental, y 2.257 en España, gracias a la participación de 192 especialistas en cardiología.
CLARIFY ha sido diseñado para aumentar el conocimiento y la comprensión de la EAC. En la actualidad, la mayor parte de los datos disponibles sobre la EAC proceden de ensayos clínicos aleatorizados, que tienen una limitada posibilidad de generalizarse, debido al restrictivo proceso de selección de los participantes, o incluye pacientes hospitalizados debido a episodios agudos o se centran en pacientes con síntomas de angina. Sólo existen datos limitados en relación con pacientes de EAC no hospitalizados, su atención sanitaria actual y resultados.
Este Registro, patrocinado por una beca educativa de Servier, está diseñado para proporcionar importantes datos epidemiológicos y clínicos, incluyendo una evaluación del papel de la frecuencia cardiaca en el pronóstico de los pacientes con EAC, y se espera que ayude a mejorar la atención sanitaria de la enfermedad, identificando lagunas entre la evidencia y la práctica actual.
La EAC sigue siendo la causa principal de muerte en el mundo. Una mejor comprensión de la atención sanitaria y los resultados de estos pacientes es fundamental para reducir la carga de fallecimientos. La posibilidad de reducir la frecuencia cardiaca elevada es una nueva hipótesis que podría ayudar potencialmente a disminuir la morbimortalidad en estos pacientes.
Enfermedad arterial coronaria (EAC)
La enfermedad arterial coronaria, también conocida como cardiopatía isquémica, es el tipo más frecuente de enfermedad del corazón. La EAC es la principal causa de muerte en el mundo, y se predice que seguirá así en los próximos 20 años. 1 Aproximadamente 3,8 millones de hombres y 3,4 millones de mujeres mueren por la EAC cada año, 2 y se estima que en 2020 esta enfermedad será responsable de un total de 11,1 millones de muertes en el mundo.
La EAC puede no detectarse durante años, y se puede manifestar súbitamente como infarto de miocardio agudo. Aunque la EAC podría ser una enfermedad silenciosa, en la mayoría de pacientes es sintomática. Produce angina —dolor en el pecho producido por esfuerzos y otros factores—, y puede conducir a la insuficiencia cardiaca, ocasionando un importante impacto sobre la calidad de vida. A pesar de las modificaciones en el estilo de vida y a los avances en los tratamientos médicos, la EAC sigue siendo un problema de salud mundial y existe una necesidad de nuevos y eficaces tratamientos preventivos.