La enfermedad tromboembólica venosa es la causa más frecuente de muerte hospitalaria en los países desarrollados. Además, es la principal causa de muerte en el posparto de mujeres que acaban de dar a luz.
Según ha manifestado la Dra. Milagros Cruz Martínez en el XIX Congreso Nacional del Capítulo Español de Flebología, el riesgo podría reducirse con "el ejercicio, la movilización precoz durante la hospitalización y distintas medidas de tromboprofilaxis físicas que, en ocasiones, han de combinarse con fármacos".
Estudios recientes demuestran que la prevalencia global de acontecimientos tromboembólicos durante el embarazo es de aproximadamente dos por cada 1.000 partos, siendo más frecuentes en la extremidad inferior izquierda. La cesárea incrementa en un 13,3% el riesgo de sufrir la enfermedad.
Por otro lado, existen factores propios de la madre y de su historia familiar que constituyen un riesgo de padecer esta patología, como tener más de 35 años, padecer obesidad, ser multípara, pasar largos períodos de reposo en la cama, padecer diabetes, hipertensión o tabaquismo.
Según los expertos la prevención es fundamental para evitar esta patología. Durante la consulta preconcepcional se debería realizar una investigación detallada de los factores de riesgo de la mujer para así ofrecer a la paciente pautas para reducirlos.