El Instituto Tomás Pascual Sanz organizó ayer miércoles, en el marco del Día Nacional contra el Colesterol, una jornada dedicada a los profesionales de la salud sobre "La utilización de los fitoesteroles en la práctica clínica". El acto tuvo lugar en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Las palabras de bienvenida corrieron a cargo de Ricardo Martí Fluxá, presidente del Instituto Tomás Pascual Sanz, quien hizo hincapié en la importancia de mantener una dieta saludable como factor clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares, así como en el trascedente papel que los fitoesteroles juegan en esa dieta preventiva. Asimismo, Martí Fluxá destacó que el objetivo de este seminario es "trabajar sobre las últimas evidencias en nutrición relacionadas con enfermedades cardiovasculares y el manejo clínico de nutrientes que tienen demostrada actividad contra estas enfermedades como son los fitoesteroles. Para ello contamos con tres excelentes expertos que tienen una dilatada experiencia en la lucha contra estas enfermedades, una de las principales causas de mortalidad de nuestra sociedad desarrollada".
A estas palabras le siguió la intervención de Carmen Martín Salinas, Profesora de Enfermería de la Universidad Autónoma de Madrid y Vicepresidenta de ADENYD, quien destacó que "la consulta de enfermería es fundamental en la prevención cardiovascular".
Más vale prevenir que curar
En España, "a pesar de ser el nuestro uno de los países del mundo que tradicionalmente ha tenido una de las tasas más bajas de este tipo de enfermedades, gracias, en gran parte, a nuestra dieta mediterránea, las enfermedades cardiovasculares son hoy la primera causa de muerte y de discapacidad", advirtió la profesora Carmen Martín Salinas.
En la actualidad, en toda Europa esta situación se ha agravado hasta alcanzar la condición de problema de salud pública de primer orden. Por esta razón, "las medidas que se han de adoptar no deben proceder únicamente de los ámbitos sanitarios, sino también políticos, económicos y sociales", reclamó Carmen Martín.
En este sentido, recomendó que "la estrategia más efectiva y, sin duda, la más inteligente, es la detección precoz y el control óptimo de los factores de riesgo así como la implementación de programas de promoción de estilos de vida cardiosaludable en edades tempranas de la vida".
Para ello, la educación es fundamental. Educación "entendida como formación y no solo información". La prevención de la enfermedad y la promoción de salud para tratar de controlar los factores de riesgo asociados a los estilos de vida son esenciales. En este sentido, Carmen hizo hincapié en que "no se trata únicamente de medidas destinadas a prevenir la aparición de la enfermedad tales como los factores de riesgo, sino también a detener su avance y debilitar sus consecuencias".
El papel determinante de la alimentación
Por su parte, Vicente Pascual, responsable de Atención Primaria del Centro de Salud Palleter (Castellón), puso de manifiesto que las recomendaciones de alimentación están sujetas a modificaciones debido a la aparición de nuevas evidencias científicas, y que "las recomendaciones dietéticas de hoy pueden ser modificadas en un futuro".
En su intervención, el médico Vicente Pascual resaltó la importancia que tiene la alimentación en nuestra salud: "la alimentación es una pieza clave en la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares".
En este sentido, las modificaciones dietéticas y de estilo de vida han de constituirse como un hábito a través de la educación y siguiendo siempre las recomendaciones de los profesionales sanitarios. Unas recomendaciones que, según reconoce, "en los últimos años ha sufrido modificaciones debido a la consideración que merecen diferentes alimentos en el contexto de una dieta cardiosaludable", y que, según advierte "deben ser incorporadas a las recomendaciones dietéticas que transmitimos a nuestros pacientes" .
Vicente Pascual realizo un recorrido por los distintos tipos alimentos que ha de contener una dieta cardiosaludable y los efectos de cada uno de ellos en nuestra salud. En este sentido, explicó que "los lácteos enteros y sus derivados, además de grasa saturada contienen otros nutrientes (minerales, vitamina D, etc.) que podrían contribuir a la reducción del riesgo cardiovascular", y que "el consumo de huevos no aparece como predictor de la incidencia de enfermedad coronaria" y subrayó que "otros estudios que analizan la ingesta de huevos y el riesgo cardiovascular no demuestran relación entre ambos".
En la segunda parte de la jornada, el Instituto Tomás Pascual Sanz invitó a los asistentes a participar en tres casos prácticos con varias opciones de respuesta, con el fin de hacer la jornada lo más didáctica posible. Los profesionales sanitarios allí presentes tuvieron a su disposición un mando a través del cual pudieron elegir la que consideraban opción correcta.