En la actualidad, el glaucoma es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. Su mayor problema radica en que se trata de una patología asintomática que, cuando muestra su cara, ha producido ya daños irreversibles. "Por este motivo, del millón de personas que hay afectadas en España por esta enfermedad, solo la mitad lo tiene diagnosticado" afirma el Dr. David Antolín, director del centro de oftalmología Cliniláser.
Su principal factor de riesgo es la hipertensión intraocular, que provoca lesiones en el nervio óptico, y el tratamiento a tiempo es lo único que puede evitar el avance de la enfermedad y, por tanto, la pérdida de visión progresiva.
Hasta ahora el tratamiento inicial del glaucoma se basaba en la instilación de gotas farmacológicas en los ojos, de tal modo que se pudiera controlar la presión intraocular. Algunos pacientes pueden no tolerar los colirios y su aplicación les produce ojo rojo, picor, sensación de arenilla. Incluso, en ocasiones, los pacientes con problemas de movilidad no pueden echarse ellos mismos las gotas. Por otra parte, algunos otros fármacos pueden pigmentar la zona inferior de los párpados simulando ojeras. "En estos casos, se puede optar por un procedimiento no invasivo, para evitar la cirugía. El tratamiento con láser STL (Trabeculoplastia Láser Selectiva) es una alternativa eficaz y segura para pacientes con glaucoma 'de ángulo abierto', que son la mayor parte de los afectados. Además, también es útil en pacientes con hipertensión ocular, que aún no tienen dañado su nervio óptico", explica el Dr. Antolín
Este tratamiento novedoso en España lleva más de 25 años aplicándose en Estados Unidos con unos excelentes resultados. "Su funcionamiento consiste en pequeños disparos del láser sobre el tejido que recubre el sistema del drenaje del ojo, ya que el aumento de la presión intraocular viene originada por un mal funcionamiento del drenaje del humor acuoso que nutre las estructuras oculares. De este modo, mejoramos su funcionamiento y conseguimos la disminución de la presión intraocular", señala la Dra. María Capote, oftalmóloga responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Clinilaser.
"Lo más interesante de este láser es que es selectivo, únicamente es captado por el tejido deseado en el ojo, además su absorción de energía térmica es mínima, por ello se le conoce como un 'láser frío', con lo que logramos que se produzca menos tejido cicatricial y unas molestias mínimas. Es importante destacar que con esta técnica se evitan los efectos secundarios que se dan con los medicamentos usados contra el glaucoma. De hecho, las investigaciones más recientes hacen recomendable el empleo del láser SLT como primer tratamiento en pacientes con glaucoma abierto o aquellos con presión intraocular elevada, ya que solo en un 20-30% de los casos su efecto podría tener que complementarse con fármacos", agrega el Dr. Antolín.
El postoperatorio únicamente cursa con una inflamación leve del ojo, lo que es común, que se trata fácilmente con antiinflamatorios, y con una elevación de la presión intraocular de aproximadamente un 5% que se previene con medicamentos hipotensores, prescritos rutinariamente en los días posteriores.
La Trabeculoplastia Láser Selectiva empleada como tratamiento inicial reduce la presión intraocular en aproximadamente un 30%, "una reducción importantísima cuyo efecto durará, por regla general, entre 1 y 5 años, lo que supone una mejoría destacable en la calidad de vida del paciente. En el caso del glaucoma, esta terapia puede contribuir a detener su avance o minimizar su impacto", concluye la Dra. Capote.
Como en todos los tratamientos, médicos o quirúrgicos, será el oftalmólogo quien personalmente revise cada caso para evaluar el beneficio del tratamiento según el perfil de riesgo. "Si hablamos del Láser SLT, el porcentaje de pacientes con glaucoma que no se pueden beneficiar de esta terapia es bajo, situándose en torno al 20-30%", aclara el director de Clinilaser.