Las pérdidas de orina son un problema muy frecuente que afecta a 3 de cada 10 mujeres menores de 60 años. A partir de esa edad, es aún más habitual y hasta el 35% de ellas padece incontinencia urinaria. Sin embargo, la mayoría prefiere ocultarlo. Esto repercute significativamente en su calidad de vida, tanto en el ámbito familiar como social y laboral. Entre las técnicas actualmente disponibles para solucionarlo, destaca el tratamiento con láser, una técnica mínimamente invasiva, que no requiere ni anestesia ni hospitalización y cuya eficacia supera el 90%.
El Dr. César Arroyo, jefe de la Unidad de Láser Médico de HM Hospitales, explica que los partos vaginales y el envejecimiento son las causas que habitualmente se relacionan con la aparición de la incontinencia urinaria. "En el primer caso, la mujer sufre una alteración funcional tras el parto que provoca la pérdida de orina cuando realiza actividad física, sobre todo si se trata de ejercicio de impacto en la zona pélvica o se produce una presión abdominal. En el segundo caso, la incontinencia suele aparecer tras la menopausia".
Además, la obesidad, la cirugía vaginal y determinados trastornos de la pared abdominal pueden contribuir a la aparición de los síntomas. En muchas pacientes, la incontinencia surge fruto de la suma de varios factores, fundamentalmente partos y envejecimiento.
El experto señala que la fisioterapia y los ejercicios de suelo pélvico pueden ayudar a prevenir la incontinencia urinaria y a mejorar sus síntomas. Sin embargo, para que sean realmente eficaces es preciso ser muy constantes y la falta de tiempo hace que sean muchas las mujeres que acaban abandonando.
La intervención con láser se realiza de forma ambulatoria, sin anestesia y en apenas 20 minutos. Tras ella, la paciente puede irse a casa y, al ser una técnica indolora, la reincorporación a su vida normal es inmediata.
"El objetivo de esta técnica consiste en realizar una vaginoplastia con técnicas de luz láser, es decir, reparar, tensar y engrosar la dermis de la mucosa vaginal mediante la aplicación de calor, ayudando así a controlar las pérdidas de orina", declara el Dr. Arroyo.
En la Unidad de Láser Médico de HM Hospitales se emplean dos tipos de láser para tratar la incontinencia urinaria: el láser de Erbio y/o el láser de CO2. El protocolo que siguen en esta Unidad contempla que se realicen dos intervenciones. El tiempo que debe transcurrir entre ambas debe ser de 6 semanas y los resultados se aprecian a las tres semanas de haber completado el tratamiento.
La eficacia del tratamiento con láser es superior al 90% en el control de los síntomas. "La duración de sus efectos -apunta el Dr. Arroyo- es variable y depende del grado de afectación, aunque en la mayoría de los casos tratados se han superado los 12 meses, pudiendo realizarse una sesión de mantenimiento a partir de entonces y con la misma eficacia".
El tratamiento con láser está indicado fundamentalmente en los casos de incontinencia de esfuerzo de grado I y II. Actualmente, se están investigando otras indicaciones, por ejemplo, en la incontinencia asociada al envejecimiento.
Otras opciones de tratamiento
Además del tratamiento láser, existen el tratamiento farmacológico y la cirugía. En el caso de los fármacos, el problema es que hay que tomarlos durante períodos de tiempo prolongados y no están exentos de efectos secundarios. Además, están contraindicados en algunas pacientes. "La cirugía, por su parte, es más agresiva, requiere de un período más largo de recuperación y el riesgo de complicaciones es mayor, por lo que se reserva para los casos más graves", concluye el Dr. Arroyo.