La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo y tiene un impacto físico y emocional significativo en las personas que la padecen.
Según las estimaciones recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente más de 210 millones de personas conviven con esta enfermedad y se estima que pueda convertirse en la tercera causa de muerte en el mundo en 2030.
Los pacientes con esta patología suelen presentar otras comorbilidades graves como cardiopatías, diabetes, osteoporosis y depresión, lo que dificulta aún más el tratamiento concomitante de la EPOC y de estas patologías.
El diagnóstico precoz y una intervención terapéutica adecuada después de una exacerbación son esenciales para la recuperación rápida de los pacientes y la mejoría de su calidad de vida.
Según ha explicado el Dr. Jesús Molina, coordinador del proyecto Evidencias y experiencias en EPOC, una iniciativa científica promovida por Boehringer Ingelheim, "el médico de familia debe mantener una constante alerta y una actualización continuada del conocimiento de esta enfermedad" ya que se estima que la EPOC supone entre el 9 y el 10% de las visitas a Atención Primaria.
"Debemos estar familiarizados con la importancia de la prevención de la EPOC, con todo el proceso diagnóstico, desde la sospecha clínica de la misma hasta su diagnóstico definitivo, tratando posteriormente al paciente de forma adecuada e integral", ha añadido el Dr. Molina.