El rendimiento deportivo, condicionado por una correcta salud bucodental

Con el comienzo de la temporada estival, un mayor número de personas se anima a practicar actividades deportivas al aire libre y a incrementar sus sesiones de entrenamiento. Los deportistas deben gozar de unas condiciones físicas óptimas para estar a la altura del esfuerzo físico realizado, y para ello su organismo debe encontrarse, en su totalidad, en buenas condiciones.

Aparentemente, una buena salud bucodental no guarda relación con el rendimiento deportivo, pero la realidad indica que se trata de un factor fundamental ya que sus afecciones pueden desencadenar infecciones o molestias en el resto del organismo. Tal y como indican los profesionales médicos de Sanitas Dental, en la boca se acumulan millones de bacterias que al estar en contacto con los tejidos pueden transportarse con facilidad al resto del cuerpo por medio de la sangre.

Estas bacterias pueden ocasionar infecciones que podrían afectar finalmente a los músculos y órganos, ya que se depositan en los tejidos y las articulaciones, dando lugar a problemas respiratorios, musculares o incluso cardiovasculares. Además, factores externos como la alimentación o el estrés también repercuten de manera directa en la salud bucodental.

La doctora Alma Fernández Arias, directora Médica de Sanitas Dental, explica que "los deportistas de alto rendimiento sufren un mayor índice de caries debido a que la dieta que siguen implica un elevado consumo de hidratos de carbono y bebidas energéticas muy ácidas, a lo que se suma el estrés al que están sometidos, lo que provoca la disminución de la secreción de saliva y sequedad de la boca. La prevención es, una vez más, fundamental para evitar numerosos problemas de la salud bucodental que afectan de manera directa al rendimiento deportivo.

Afecciones como  el bruxismo o la maloclusión, son también origen de algunos problemas que repercuten directamente en la actividad deportiva debido a la contracción mantenida de los músculos implicados. Una mordida que no encaja correctamente y la tensión mandibular puede provocar problemas musculares, los cuales se manifiestan en calambres, dolores de cabeza y otros problemas de naturaleza ósea y muscular.

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