Según un estudio del Instituto de Epidemiología del Cáncer de Copenhague (Dinamarca) publicado en la revista European Heart Journal, la exposición al ruido de una carretera con tráfico puede aumentar el riesgo de ictus, en particular para aquellos con 65 años o más.
Los investigadores descubrieron que las personas de menos de 65 años no tenían un mayor riesgo de ictus, sin embargo, el riesgo aumentaba en un 27% por cada 10 decibelios de ruido de tráfico en los que tenían 65 años o más. Además, en los más mayores descubrieron que existía un umbral límite de aproximadamente 60 decibelios a partir del que el riesgo de ictus parecía crecer incluso más.
Estudios previos habían vinculado el ruido de tráfico con un aumento en la presión sanguínea y ataques cardiacos. Este estudio se añade a la evidencia acumulativa de que el ruido del tráfico puede causar una variedad de enfermedades cardiovasculares. Las investigaciones resaltan la importancia de realizar acciones para reducir la exposición de la población al ruido.
Se desconoce el mecanismo por el que el ruido podría aumentar el riesgo de una variedad de problemas cardiovasculares. Los mecanismos implicados son probablemente los mismos que intervienen en la relación entre ruido e hipertensión y ataques cardiacos. El ruido actúa como un estresor y altera el sueño, lo que da lugar a una mayor presión sanguínea y tasa cardiaca, además de mayores niveles de hormonas del estrés. Además, las personas mayores tienden a tener patrones de sueño más fragmentados y son más susceptibles a las alteraciones del sueño. Todo este conjunto de variables podría aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.