Un estudio, realizado en ratones genéticamente modificados para desarrollar la enfermedad de Alzheimer, sugiere que las ondas electromagnéticas de los teléfonos móviles mantienen intactas las habilidades relacionadas con la memoria y la inteligencia en todos los test realizados a estos animales.
Este asombroso descubrimiento de los científicos de la Universidad del Sur de Florida en los Estados Unidos ha sido toda una sorpresa ya que los investigadores esperaban que las ondas dañaran el cerebro de los ratones, ocurriendo todo lo contrario. Los ratones que aún no habían enfermado resultaron inmunes a esta dolencia tras una prolongada exposición; los que ya habían sido diagnosticados de este mal sufrieron una mejoría en su memoria. Los animales fueron expuestos a una cantidad de radiaciones comparable a la que se recibe con siete a nueve meses de uso diario del teléfono durante un periodo de dos horas al día. Las ondas borraban el depósito proteína, la beta amiloide, que es característica de la enfermedad y, como consecuencia, los ratones mejoraban de sus síntomas.
Los investigadores consideran que la radiación tendrá el mismo efecto positivo en el cerebro humano, pero la investigación está en todavía en una fase inicial.