El uso del chupete más allá de los dos años de edad puede interferir en la deglución y la pronunciación

El CAIT San Juan de Dios de Sevilla, dentro de su plan de formación para familias de usuarios, aborda los hábitos adecuados para cuidar la salud bucodental de los niños desde su nacimiento

Los expertos recomiendan que los bebés utilicen chupete antes que su propio pulgar para succionar, a modo de ‘pipa', y que su uso no se extienda más allá de los dos primeros años de vida, ya que cualquier elemento que interfiere en el sellado labial hace que la lengua no ocupe su lugar natural, dificultando la deglución e incluso interfiriendo en la pronunciación de algunos fonemas.

El Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) del Hospital San Juan de Dios de Sevilla, dentro de su Plan de formación de Escuela de Familias, ha incluido el tema ‘Higiene, dentición y alimentación', impartido con la colaboración de la odontopediatra de Clínica Dental Mateos Elisa Ríos para responder a las dudas de los padres y familiares de los usuarios del CAIT en lo relativo al cuidado de la salud bucodental de estos niños.

En la formación se han planteado cuestiones que afectan a los hábitos bucodentales de los más pequeños, como el uso de elementos de succión, sean los chupetes o la ‘pipa'. La odontopediatra ha explicado que hacer o no uso de estos elementos es una decisión muy personal de los padres pero que, ciertamente, el uso del chupete en los recién nacidos puede ser una buena opción para estimular el ejercicio de la succión, tan importante para su alimentación en esos momentos. Además de esto, es preferible el chupete sobre la pipa porque, al ser un elemento externo al bebé y tras el período de retirada progresiva, desaparece de la vida del niño y de su entorno; mientras que si este hace uso de su dedo, la retirada del hábito puede alargarse y complicarse.

"A los dos años ya deben haber aparecido todos los dientes de leche, y la propia naturaleza nos está indicando que el niño está preparado para comer y triturar todo tipo de texturas", explica Ríos. Es el momento de retirar cualquiera de los elementos mencionados, ya que su uso continuado "puede dar lugar a paladares ojivales o a mordidas abiertas es decir, que cuando el niño cierra la boca, muerde únicamente con las muelas y las paletas no tienen contacto". En este caso, la lengua se posiciona en un lugar más bajo del que le corresponde, dando lugar a que el niño tenga la boca abierta o entreabierta frecuentemente y respire por la boca o altere la respiración nasal-bucal.

La importancia de cuidar la salud bucodental desde el principio

La salud bucodental de los bebés no suele aparecer entre las preocupaciones sanitarias de las familias en un primer orden. Sin embargo, en esta formación del CAIT San Juan de Dios de Sevilla, Elisa Ríos ha aclarado que lo recomendable es que la primera consulta se produzca "cuando el bebé aún está en la barriga de la madre, pues es importante para cuidar, por ejemplo, los frecuentes desequilibrios de la madre en las encías, así como para dar los primeros consejos sobre la higiene dental que se ha de llevar a cabo con el bebé desde los inicios". La experta explica que, aunque el bebé aún no tenga dientes, es importante eliminar los restos de alimento con una gasa o con dedales de silicona.

Además, en esas primeras consultas también se exponen los beneficios de la lactancia materna así como los inconvenientes de una lactancia materna prolongada; se explica cómo retirar los hábitos que pueden interferir en el desarrollo de los huesos maxilares y se dan algunas pautas sobre cómo mejorar las incomodidades durante la aparición de los primeros dientes.

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