Según los expertos reunidos en el 88 Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), el uso frecuente de pantallas electrónicas (televisión, ordenador, móvil, etc.) puede ocasionar o agravar el ojo seco y otras patologías oculares.
Según ha explicado la Dra. Teresa Dapena, presidenta de la Sociedad Española de Ergoofalmología, "las personas más expuestas al riesgo de sufrir sequedad ocular son quienes toman la píldora anticonceptiva, los que sufren blefaritis (párpados hinchados) y los pacientes que se tratan con medicamentos antidepresivos o para la tiroides".
"Si estas personas utilizan pantallas electrónicas durante mucho tiempo, el ojo se reseca y produce irritación. Así, es frecuente encontrar a mujeres que toman la píldora y que no soportan las lentes de contacto tras muchas horas frente al ordenador, sin apenas parpadear", ha añadido la experta.
El 30% de las consultas oftalmológicas están relacionadas con el ojo seco. Algunas patologías pueden provocarlo, como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso y otros trastornos similares, aunque factores externos, como el uso continuado de pantallas electrónicas pueden agravarlo.
Beber suficiente líquido es una de las primeras medidas a tomar. Según un estudio británico publicado en la revista Investigative Ophthalmology and Visual Sciences, los pacientes con ojo seco suelen estar peor hidratados.
El líquido lagrimal nutre la córnea y la protege con sustancias antibacterianas, como la lisozima. Cuando hay una escasa producción de lágrimas la córnea se seca y se produce malestar y alteraciones de la calidad de la visión. Los síntomas más frecuentes son sensación de cuerpo extraño, arenilla, escozor, fotofobia y visión borrosa. El tratamiento más habitual es el empleo de lágrimas artificiales, aunque en el algunos casos es necesaria la cirugía.
En los niños, una de las consecuencias del uso frecuente de pantallas es la insuficiencia de convergencia o dificultad para fusionar la visión de los dos ojos. Uno de los síntomas más frecuentes de este trastorno es la aparición de dolores de cabeza, que aumentan por las tardes, y falta de concentración.