Según alerta la Sociedad Española de Hipertensión y Liga para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), el calor estival y la relajación propia de las vacaciones pueden disminuir las cifras de presión arterial e inducir erróneamente al paciente a pensar que su necesidad de tratamiento es mucho menor. En esta época la tasa de incumplimiento terapéutico se eleva un 20% más que lo que se registra habitualmente.
Además, el Grupo de Trabajo de AMPA (automedida de la presión arterial) de la SEH-LELHA recomienda a los pacientes hipertensos llevar consigo el tensiómetro a su lugar de veraneo para conocer los niveles al menos una vez a la semana. La automedida de la presión arterial es un criterio de seguridad válido y fiable a tener en cuenta a la hora de controlar la presión arterial, ya que permite realizar lecturas en diferentes momentos del día y a lo largo del tiempo y permite una mayor reproducibilidad. Además, su empleo mejora el cumplimiento terapéutico puesto que el paciente se implica de forma más directa y activa en la evaluación y control de su enfermedad.
El periodo estival también anima a abusar de alimentos con elevados contenidos de sal y grasas. Los expertos insisten en que el verano no debe ser excusa para abandonar la dieta equilibrada y realizar ejercicio diario. El descontrol de la dieta junto con otros hábitos poco saludables como el consumo de alcohol, tabaco o el sedentarismo pueden provocar un descontrol de la tensión arterial.
Como modo de prevención los expertos recomiendan la importancia de incluir en el menú diario frutas, verduras y hortalizas, así como cereales, lácteos desnatados, carnes blancas y magras, el pescado azul o blanco y aceita de oliva, preferentemente.