En el mundo, muere una persona cada 3 o 4 segundos a causa de la sepsis o septicemia. Sólo en España, esta enfermedad es responsable de 50.000 muertes cada año. Son datos que muestran la dimensión de este problema de salud pública.
La sepsis es una enfermedad grave causada por una respuesta inmunitaria letal ante una infección. El propio cuerpo libera sustancias para combatirla y provoca una inflamación generalizada que produce coágulos en la sangre y hemorragias. Esto, a la larga, desencadena disfunciones en los órganos y puede llegar a provocar la muerte.
En este sentido, se trata de una enfermedad tiempo-dependiente como el ictus o el infarto de miocardio. Esto implica, entre otras cosas, que su diagnóstico temprano es vital para la supervivencia del paciente. De hecho, si se diagnostica durante la primera hora la persona afectada tiene un 85% de posibilidades de sobrevivir.
Sin embargo, el diagnóstico de la sepsis es especialmente complicado ya que "la respuesta del paciente a la septicemia es extremadamente variada, responden de forma diferente incluso sufriendo la misma infección causada por el mismo patógeno", apunta el Dr. Marcio Borges, jefe de la Unidad Multidisciplinar de Sepsis del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Son Llàtzer.
Es por eso por lo que, dada la complejidad de la enfermedad, el especialista apuesta por la implantación de un protocolo de atención integral de esta enfermedad. "España es uno de los países que ha desarrollado varias acciones frente a la sepsis tales como el Código Sepsis, que ha sido aprobado y respaldado por el Senado español y por el Ministerio de Sanidad. El protocolo sugiere una serie de medidas para la evaluación de indicadores de calidad estructurales, de proceso y de resultado. También recomienda que el trabajo formativo y asistencial siempre sea de carácter multidisciplinar y que implique todo el personal sanitario: enfermería, médicos de todas las especialidades, farmacéuticos y gestores. Y, por último, sugiere las posibles formas organizativas dentro del hospital y los objetivos a alcanzar", ha asegurado el Dr. Borges.
7,6% más de mortalidad cada hora sin tratamiento
Una de las posibles medidas de mejora en el tratamiento de la sepsis consiste en la utilización de técnicas rápidas de diagnóstico. Gracias a la innovación y al desarrollo tecnológicos, actualmente existen soluciones para la detección temprana de la sepsis. De hecho, procesos que anteriormente requerían horas para la obtención de resultados, actualmente pueden dar el diagnóstico en apenas una hora.
Este aspecto es especialmente relevante si tenemos en cuenta que, por cada hora que pasa sin administrar un tratamiento antibiótico eficaz tras la aparición de un shock séptico, la tasa de supervivencia del paciente disminuye un 7,6%. Además, los test microbiológicos han avanzado hasta ofrecer, no sólo el diagnóstico del patógeno que causa la enfermedad, sino también la susceptibilidad de éste a los tratamientos antibióticos.
Se estima que, además de la importante mortalidad asociada a esta enfermedad, cada episodio de sepsis en Europa supone un coste de entre 14.000 y 28.000 euros. Con una optimización del tratamiento de la enfermedad, gracias a protocolos como el Código Sepsis, no sólo podría contribuirse a la reducción de las muertes por esta enfermedad, sino también la carga económica que supone para los hospitales.