Un estudio llevado a cabo en el Reino Unido apoya la teoría de que el consumo de huevos no condiciona un excesivo aumento del colesterol ni eleva el riesgo de padecer un infarto.
El estudio ha sido realizado por expertos de la Universidad de Surrey y ha confirmado la sospecha. Los huevos poseen una elevada cantidad de colesterol en la yema, por lo que la mayoría de las personas limitan su consumo a un máximo de tres piezas a la semana. Sin embargo, este estudio ha mostrado que el colesterol de los huevos apenas tiene influencia sobre los niveles de colesterol en sangre.
Los expertos constataron que sólo un tercio del colesterol sanguíneo se origina en la dieta y afirmaron que son las grasas saturadas, y no el colesterol hallado en alimentos como los huevos, las que inciden en los niveles de colesterol "dietético". Por otra parte, la cantidad de grasas saturadas, presentes en la dieta, ejercen un efecto sobre el colesterol sanguíneo varias veces mayor que la relativamente pequeña cantidad de colesterol de origen dietético.
Los huevos son, por tanto, un alimento muy nutritivo, versátil y rico en proteínas que no se debería eliminar ni limitar en la dieta.
La Fundación Británica del Corazón ha suprimido su recomendación de limitar el consumo semanal a tres o cuatro huevos, mientras que la Agencia de Estándares Alimentarios del Gobierno apunta que la mayoría de la gente con una dieta sana no debe restringir su consumo.