Expertos aseguran que el manejo de funciones ejecutivas en la infancia determina el nivel de éxito en la vida adulta

El Centro de Atención Infantil Temprana del Hospital San Juan de Dios de Sevilla organiza un curso para detectar dificultades en el desarrollo de las funciones ejecutivas desde etapas tempranas

El Centro de Atención Infantil Temprana del Hospital San Juan de Dios de Sevilla organiza el próximo mes de octubre un curso dirigido a especialistas sobre ‘Evaluación e intervención de las funciones ejecutivas en niños pequeños: retos y propuestas'.

Saber desenvolverse en distintos contextos, solventar problemas, organizarse, planificar las tareas, el futuro, autocontrolarse, idear estrategias, y un largo etcétera de capacidades, tienen mucho que ver con las funciones ejecutivas que comienzan a desarrollarse de manera muy temprana, desde finales del primer año de vida del niño. Se trata de un conjunto de procesos cognitivos y afectivos que permiten al niño coordinar sus pensamientos, acciones y emociones.

La ponente principal del curso, la especialista en desarrollo infantil y atención temprana y profesora Psicología evolutiva de la Universidad de Zaragoza, Elena Escolano, afirma con contundencia que "las funciones ejecutivas son el ‘kit' para lograr el éxito en la vida", pues proporcionan al niño una importante base para el aprendizaje y la adaptación a una amplia gama de contextos.

Esta formación, a la que pueden inscribirse psicólogos, logopedas, fisioterapeutas y especialistas en intervención temprana, trata de proporcionar herramientas a estos profesionales para detectar cada vez de manera más temprana dificultades con respecto a esas funciones ejecutivas. La coordinadora del CAIT San Juan de Dios de Sevilla, Rocío Carrasco, explica que "como en todo, cuanto más rápidos seamos los profesionales en detectar un déficit, antes podremos ayudar al niño a solventarlo, zanjando o mejorando en mucho capacidades como la atención, la memoria, activación, focalización…, todas ellas funciones ejecutivas".

Elena Escolano apunta que existen determinados comportamientos del niño que pueden revelar dificultades en las funciones ejecutivas. Si el niño se frustra con facilidad, coge rabietas frecuentemente, no se inhibe ante tentaciones como comer una galleta hasta después de comer la verdura o tiene problemas para seguir unas instrucciones que conlleva varios pasos, podemos estar ante una situación de déficit en funciones ejecutivas. Otras señales de alerta pueden ser que no acabe tareas porque se distrae fácilmente, que no recuerde dónde dejó sus cosas, que sea muy impulsivo o que no sepa que debe meter en la bolsa si va a la piscina.

De cualquier manera, hay que tener en cuenta los tramos de edad para resolver si se trata de una dificultad en las funciones ejecutiva, ya que en función de la edad será posible planificar una secuencia de acciones de mayor o menor complejidad para lograr un determinado objetivo. "No podemos esperar que un niño de 3 años caliente un vaso de leche en un microondas, pero un niño de 7 años debe poder coger la leche del frigorífico, llenar el vaso, introducirlo en el microondas y activarlo", explica la coordinadora.

El curso, que se celebrará de manera intensiva el 27 de octubre en el salón de actos del Hospital San Juan de Dios de Sevilla, ha abierto ya su plazo de inscripción a través de la web www.sjd.es y se puede solicitar más información en el correo atenciontemprana@sjd.es.

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