En el marco del Día Mundial de los Tumores Neuroendocrinos, que se conmemora el 10 de noviembre, expertos en tumores neuroendocrinos (TNE) y pacientes coinciden en la necesidad de anticipar y perfeccionar el diagnóstico de la enfermedad para mejorar su pronóstico. Con motivo de esta celebración, Advanced Accelerator Applications (AAA), una compañía de Novartis y líder en medicina nuclear teragnóstica, refuerza su compromiso concienciando sobre los retos y oportunidades en el abordaje de la patología.
La Asociación Española de Pacientes con Tumores Neuroendocrinos NET-ESPAÑA celebrará la III Jornada NETs el próximo 7 de noviembre en colaboración con AAA. En consonancia con el título del encuentro, "Juntos para mejorar nuestra calidad de vida", pacientes y diferentes especialistas en Oncología, Endocrinología, Medicina Nuclear reflexionarán sobre la situación actual de la investigación en TNE, destacando el papel de la medicina nuclear y los teragnósticos.
La presidenta de NET-ESPAÑA, y paciente con TNE, Blanca Guarás, afirma que "nuestra implicación y formación nos proporcionan las herramientas necesarias para afrontar mejor la enfermedad, y por ello, desde NET-ESPAÑA impulsamos espacios de aprendizaje donde pacientes y expertos en TNE nos damos la mano. Durante el encuentro tendremos la oportunidad de poner en común distintos aspectos que nos ayuden a mejorar nuestra calidad de vida".
Retos y oportunidades en el manejo de los TNE
Los TNE son un grupo heterogéneo de tumores poco frecuentes procedentes de células neuroendocrinas presentes en diferentes órganos. Uno de los principales problemas asociados al abordaje de estas lesiones es la dificultad de una valoración clínica precisa.
Para el doctor Enrique Grande, jefe de Servicio de Oncología Médica en el MD Anderson Cancer Center Madrid y experto en TNE, "uno de los primeros retos a los que debemos hacer frente para mejorar el abordaje de los TNE es el de detectar la enfermedad antes. Hay datos que dicen que los TNE se tardan en diagnosticar una media de 7 años, dando tiempo al tumor a convertirse en más agresivo biológicamente y producir metástasis".
En este sentido, aumentar el conocimiento sobre esta enfermedad poco frecuente para incrementar el índice de sospecha y el perfeccionamiento de las técnicas diagnósticas se presentan como las claves para avanzar en el manejo de los TNE. "La formación de profesionales desde la atención primaria hasta la especializada ayudaría a que muchos casos se sospechen en etapas más tempranas y se pueda detectar cuando el tumor está localizado y tratarlo quirúrgicamente" apunta Blanca Guarás.
El papel de la medicina nuclear en la mejora del abordaje de los TNE
Según el doctor Enrique Grande, los avances en Medicina Nuclear están propiciando que la especialidad cobre un mayor protagonismo en el manejo integral de los TNE: "si bien los médicos nucleares desempeñan un papel fundamental dentro de los comités multidisciplinares, siendo responsables del diagnóstico, estadificación y orientación del pronóstico de los pacientes, gracias a la entrada de los nuevos radiofármacos, estos especialistas están participando activamente en el tratamiento de estos tumores".
La doctora Mercedes Mitjavila, jefa de Servicio de Medicina Nuclear en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, ofrecerá una sesión en la jornada enfocada en los últimos avances en medicina nuclear y teragnósticos. La doctora explica que se han producido importantes mejoras en las técnicas diagnósticas "como la gammagrafía con análogos de la somatostatina. Lo último que se ha desarrollado en este sentido es la tomografía por emisión de positrones (PET) con análogos de la somatostatina marcados con Galio 68, que aporta una mayor sensibilidad a la hora de detectar y establecer la extensión de los TNE".
En esta línea, una de las claves que están definiendo el futuro del abordaje de los TNE es la llegada de los teragnósticos, "que ofrece la posibilidad de utilizar una misma diana a nivel molecular con funciones diagnósticas y terapéuticas", aclara la doctora Mitjavila.
Precisamente, uno de los mejores ejemplos de este concepto lo encontramos en los TNE, ya que tienen la capacidad de expresar receptores de la somatostatina, un biomarcador que nos sirve tanto para realizar un diagnóstico preciso de la enfermedad como para orientar el tratamiento. "Los mismos análogos de la somatostatina que se unen a los receptores con fines diagnósticos para determinar el alcance de la lesión, si llevan unido un radioisótopo con propiedades terapéuticas, como el Lutecio 177, puede ser usado para tratarla. De este modo, podemos tratar lo que vemos y ver lo que tratamos".