Fecundación In Vitro: ¿qué debes saber antes de someterte a este tratamiento de reproducción asistida?

El otoño, con el inicio del nuevo curso, es una época favorable para realizar un estudio de fertilidad.

Las técnicas de reproducción asistida están cada vez más extendidas y, gracias a los avances tecnológicos, son más seguras y exitosas que hace unos años. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la media de edad de maternidad se ha alargado en España hasta los 32,7 años, frente a los 31,8 de 2010, lo que ha provocado una mayor necesidad de recurrir a estas técnicas.

Estos tratamientos buscan favorecer el embarazo en caso de que haya problemas de fertilidad femeninos, masculinos o de ambos. De entre los diversos tratamientos de reproducción asistida, la fecundación in vitro (FIV) es la más eficaz, ya que aumenta las posibilidades de embarazo en parejas con problemas de fertilidad.

La FIV es la unión del óvulo con el espermatozoide en un laboratorio con el fin de obtener embriones ya fecundados para transferir al útero de la mujer. Esta técnica de reproducción asistida normalmente está indicada cuando han fallado tratamientos previos más sencillos como la inseminación artificial, con unas tasas de éxito en torno al 15-20% según la edad de la mujer.

Otro factor que considerar a la hora de plantearse la inmersión en este tratamiento de reproducción asistida es el aspecto económico. Cada técnica tiene un coste y unos resultados distintos, hay que valorar en conjunto todos los datos de la pareja para poder tomar la mejor decisión. El especialista guiará a la mujer teniendo en cuenta su edad, el tiempo de infertilidad y valorará el resultado de pruebas complementarias. El precio no debe ser un factor decisivo a la hora de elegir qué tratamiento llevar a cabo. Cada persona es única y lo que hay que determinar es qué posibilidades existen para cada pareja con cada técnica.

Las probabilidades de lograr un embarazo disminuyen con la edad, sobre todo, a partir de los 35 años de la mujer, por lo que la fecundación in vitro suele ser la opción más adecuada por su eficacia.

"Las técnicas de reproducción asistida actualmente son muy seguras. En la mayoría de los casos se transfiere un único embrión para disminuir el número de embarazos gemelares y así minimizar los riesgos para la madre y el bebé", indica la Doctora Ana Gaitero, Responsable de la Unidad de Reproducción de Sanitas en Milenium Alcobendas.

Dependiendo de las características y circunstancias de cada paciente, el tipo de problema de fertilidad, la edad o los deseos sobre el número de hijos a tener, la fecundación in vitro puede, o puede no ser, el tratamiento más idóneo. Por ello, es primordial acudir a un centro de reproducción asistida que personalice al máximo los tratamientos de fertilidad.

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Es la célula sexual femenina que se origina en el ovario de la mujer. Los óvulos permanecen "dormidos" en el ovario desde la vida embrionaria para comenzar a madurar, un grupo cada 28 días, a partir de la pubertad. Son células grandes que contienen la mitad de los cromosomas y que, al unirse al espermatozoide, forman el cigoto o célula que contiene la mitad de la información genética del padre y la otra mitad de la madre.

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Gameto masculino destinado a la fecundación del óvulo.

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Órgano situado entre la vejiga y el recto y cuya función es facilitar la nutrición y el desarrollo del feto durante la gestación. Tiene dos partes diferenciadas: el cuello o cérvix y el cuerpo. Es un órgano hueco, recubierto por una mucosa que se denomina endometrio. Útero es sinónimo de matriz.

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