Existe un estrecho vínculo entre diabetes y enfermedad cardiovascular. De hecho, "hasta un 40% de los ingresos de personas con diabetes en medicina interna tiene su origen en una enfermedad cardiovascular, bien sea por una insuficiencia cardiaca, en el 20% de los casos, o por ictus, cardiopatía isquémica o enfermedad arterial periférica", así lo ha advertido la doctora Juana Carretero, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Comarcal de Zafra y vicepresidenta primera de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). La experta lo ha hecho durante su intervención en la mesa redonda Riesgo cardiometabólico: ¿Dónde empieza y dónde acaba?, que se ha celebrado en el marco del 41 Congreso Virtual de SEMI, con la colaboración de Novo Nordisk y la participación de reconocidos expertos en la materia.
Y es que, "la resistencia a la insulina es uno de los principales factores determinantes del riesgo cardiometabólico, junto a la inflamación de bajo grado, la elevación de la presión arterial o la alteración de los niveles de lípidos en la sangre (dislipemia). Factores que favorecen el desarrollo de enfermedad cardiovascular, enfermedad renal y diabetes tipo 2", ha explicado el profesor Josep Redon, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
Por tanto, la diabetes tipo 2 está relacionada con el síndrome cardiometabólico de manera que no hay un único mecanismo por el que el azúcar incrementa el riesgo de sufrir un evento cardiovascular. En general, se trata de personas con obesidad abdominal, basada en un riesgo genético heredado que, si además tienen unos malos hábitos de vida, suelen desarrollar, además de diabetes, hipertensión, dislipemia, etc. Y todo esto afecta a los vasos sanguíneos, favoreciendo la aparición de la placa de ateroma lo que provoca que el flujo de la sangre cada vez sea menos fluido y que los vasos puedan acabar obstruyéndose.
Circunstancias que, como señala la doctora Carretero, hacen que "más de la mitad de los casos de complicaciones asociadas a la diabetes se deban a enfermedades cardiovasculares. Complicaciones que producen ingresos hospitalarios, pérdida de años de esperanza de vida o mortalidad".
Control precoz y preciso
Los expertos han coincidido en que es fundamental actuar de forma precisa desde el principio, cuando hay factores de riesgo de tener este síndrome cardiometabólico, como es el caso de la diabetes. En este sentido, la doctora Carretero ha insistido en la necesidad de que hay que dirigirse hacia una medicina de precisión en el tratamiento de la diabetes tipo 2. "Hacemos un abordaje integral del paciente y sabemos que hay múltiples condiciones metabólicas intermedias que hacen que una persona desarrolle este tipo de diabetes. Por tanto, tenemos que intentar unir estas condiciones con las alteraciones genéticas para darle el mejor tratamiento posible".
Asimismo, el doctor Redon ha recordado que, "durante nuestra vida fetal ya se producen cambios epigenéticos los cuales establecen toda una serie de alteraciones que van a ir conjugándose con otros elementos de nuestra vida cotidiana, como la dieta o la actividad física. Todo ello favorece el sobrepeso, la obesidad y, en consecuencia, el desarrollo de riesgo cardiometabólico. Por tanto, ya puede estar presente desde la infancia y es fundamental controlarlo y tratarlo de forma adecuada".
Beneficios tratamientos cardiometabólicos
En lo que respecta al tratamiento, la doctora Carretero ha llamado la atención sobre la disponibilidad de muy buenas opciones terapéuticas cardiometabólicas. Y, como incide la doctora María Dolores López, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Regional Universitario de Málaga, "el riesgo micro y macrovascular constituye uno de lo pilares de morbimortalidad de las personas con diabetes a medio y largo plazo. Por eso, disponer de fármacos como los análogos del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1), como semaglutida, el cual reduce significativamente los niveles de glucosa en sangre, al tiempo que ayuda en el control del peso y hace que descienda el riesgo de sufrir un episodio cardiovascular grave, es vital para estos pacientes".