Un estudio llevado a cabo con 20.687 bebés en el que se interrogó a los padres a los seis meses de nacer sobre factores hereditarios y ambientales, ha puesto de manifiesto algunos factores de riesgo para la incidencia en los niños de dermatitis atópica.
Los científicos, en las entrevistas, preguntaron a los padres si sufrían asma, dermatitis atópica o rinitis alérgica, y si en la casa se habían realizado obras antes del nacimiento del bebé o si tenían humedades.
Los resultados del estudio mostraban que la enfermedad de los padres condicionaba claramente la incidencia de dermatitis atópica, así como haber pintado la casa en los meses inmediatos al nacimiento del niño o tener humedades con hongos en las paredes de la casa. El sexo del bebé también influye. Según se desprende de los resultados, la prevalencia es mayor entre los varones (8,1%) frente al 5,7% de las niñas.
Estos datos permiten identificar a los niños bebés que tienen un riesgo elevado y posibilitan las medidas preventivas a nivel ambiental.