El cine en 3 dimensiones está de moda y todos conocemos las gafas de diferente material que nos proporciona la sala para devolverlas al finalizar la proyección. Son, por tanto, gafas reutilizables. Por ello, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado de la posibilidad de que dichas gafas puedan transmitir infecciones oculares de unas personas a otras, como conjuntivitis u hongos.
Sería necesario establecer unas normas de uso para la utilización de este tipo de elementos de ocio que pueden ser utilizados por numerosas personas, sobre todo en lo que se refiere a los niños, cuyos mecanismos inmunológicos son más inmaduros.
Estas gafas especiales funcionan tras hacer que cada ojo perciba una imagen ligeramente distinta a la del otro, de forma que el cerebro interpreta en tres dimensiones lo que en realidad son imágenes bidimensionales.
Se recomienda que cada usuario tenga sus propias gafas y se las lleve cada vez que acuda a un espectáculo en tres dimensiones. Así, tendrá una garantía de desinfección, no dañará el medio ambiente al usarlas y tirarlas, y no deberá pagar un suplemento por su uso.