Dentro de la quinta oleada "Encuesta sobre la situación de la Profesión Médica en España", se hicieron una serie de preguntas para los médicos que trabajaban en Atención Primaria, con el objetivo de conocer algunos aspectos de interés del ejercicio de la profesión, en este sector estratégico para el Sistema Nacional de Salud.
Tanto desde la OMC, la CESM y el Foro de Médicos de Atención Primaria se viene denunciando desde hace años la situación en la que se encuentra Atención Primaria que con los drásticos recortes ha sufrido un tremendo deterioro, traducido una insoportable sobrecarga laboral, consecuencia de unas plantillas insuficientes que unido a la dificultad para cubrir las ausencias y la precariedad de los profesionales está causando el incremento de las demoras en las citas para los pacientes con la consiguiente saturación de urgencias de primaria y hospitalarias.
En toda España, los médicos están diciendo basta ya, están surgiendo movilizaciones desde los centros, traducidas en paros, huelgas, concentraciones a las puertas de los centros... Andalucía, Cataluña, Extremadura, Castilla y León, Galicia... en definitiva prácticamente en toda España, pero las Administraciones no son capaces de dar soluciones.
Por ello, queremos compartir los datos del estudio sobre la Situación de la Profesión Médica en España que reflejan las condiciones en que trabajan los médicos de Atención Primaria en nuestro país.
Resumen de la situación de la Profesión Médica en España
En total respondieron la encuesta 13.496 médicos, de los cuales ejercían la profesión en Atención Primaria 4.354 (el 32,6%). El 94,3% de los encuestados respondieron el cuestionario completo. Un 54,2% son mujeres, y un 47,9% tienen más de 50 años, por lo que en los próximos diez‐doce años entran en edad de poder jubilarse.
El nivel de precariedad laboral es muy elevado, con entre un 30 y un 40% de los profesionales en situación de temporalidad, y más de cuatro contratos anuales de media. Para el 51,8% les resulta mucho o bastante difícil la conciliación de su vida laboral y familiar. La falta de conciliación repercute negativamente en la progresión y desarrollo profesional mucho o bastante en el 46,1% de los encuestados. En ambos casos son las mujeres las más perjudicadas.
Como consecuencia de todo ello, un 24,5% está considerando seriamente abandonar el puesto de trabajo y ha buscado alternativas y otro 26,8% alguna vez lo ha pensado pero no está buscando alternativas. Para el 39% habría dificultades de ocupar su puesto, en caso de quedar libre.