La falta de actividad física en los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es un elemento más del círculo vicioso que origina sus limitaciones en la vida diaria. Es por ello que el sedentarismo debe considerarse como un objetivo terapéutico que debe abordarse desde las fases iniciales de la enfermedad.
De hecho, un estudio afirma que la actividad física habitual en pacientes con EPOC reduciría hasta un 40% el riesgo de hospitalización y mortalidad. Y no sólo eso, sino que también jugaría un papel importante en la prevención de la enfermedad. "El mecanismo por el que el ejercicio es beneficioso y mejora la calidad de vida de estos pacientes es el mismo que en la población general: mejoría de la función cardiaca y muscular, aumento del consumo de oxígeno y disminución de la inflamación de los pulmones, además de la potenciación del sistema inmunológico y la mejora de la autoestima y el humor", explica la Dra. Patricia García Sidro, neumóloga del Hospital La Plana (Villareal).
Tendencia al sedentarismo
Sin embargo, estas personas muestran una clara tendencia al sedentarismo, lo que les predispone a una mayor obstrucción bronquial y dificultad para respirar. Un tercio de ellos son inactivos y sólo un 30% de ellos desarrolla un gasto energético suficiente para obtener los beneficios del ejercicio sobre la salud y disminuir el riesgo de empeoramiento de la enfermedad.
Las causas no son claras, en palabras de la Dra. García Sidro: "saber realmente a qué se debe su escasa actividad física es complejo ya que probablemente implique la interacción de varios factores tanto de la propia enfermedad, como es el grado de obstrucción y el atrapamiento aéreo, que contribuyen a la aparición de la disnea o sensación de falta de aire; como psicosociales, culturales o de otras enfermedades asociadas".
La neumóloga también apunta a la falta de información de los pacientes con EPOC acerca de los beneficios de la actividad física sobre su función pulmonar y subraya que la tendencia general es limitar sus actividades, muchas veces por miedo a empeorar o a incrementar los síntomas relacionados con el esfuerzo. "Debería ser obligación de todo personal sanitario promover un buen estado de salud, y eso incluye indudablemente potenciar el ejercicio físico diario", apostilla la Dra. García Sidro.
Ejercicios más recomendados
Actualmente, se desconoce la duración, la intensidad y la frecuencia de actividad física más adecuada. Las guías recomiendan la realización de al menos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada el mayor número de días posible para conseguir beneficios sobre el estado de salud.
La Dra. Patricia García Sidro recomienda caminar o bien realizar ejercicio con bicicleta estática (o pedalear) durante al menos 30 minutos, descansando todas las veces que sea necesario y/o utilizando medicación de rescate. Todo ello, combinado con ejercicios de brazos con pesas o cintas elásticas. Otra opción es apuntarse a un gimnasio bajo la supervisión de personal cualificado o practicar natación. Hinchar globos también es una práctica beneficiosa para mejorar la función pulmonar, en opinión de la neumóloga.
EPOC: 5 razones para llevar una vida activa
- La actividad física favorece que los pulmones y los músculos continúen funcionando tan bien como antes, conservando una mejor salud durante más tiempo.
- Ayuda a reducir la dificultad para respirar al hacer ejercicio, lo que motiva a seguir manteniéndose activo.
- Disminuye el cansancio en las piernas, eleva los niveles de energía y mejora la fuerza muscular, lo que tiene un efecto positivo en las actividades del día a día como caminar, ir de compras o realizar actividades de ocio.
- Potencia el sistema inmunológico y mejora la autoestima y el humor, evitando caer en un estado de depresión.