La actividad física y el ejercicio terapéutico son necesarios para la prevención de la hipertensión, según ha afirmado el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE) en un comunicado.
La hipertensión arterial afecta a más del 40% de la población y es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio, los accidentes vasculares cerebrales y la insuficiencia cardiaca.
El ejercicio, particularmente el acondicionamiento aeróbico y el entrenamiento de fuerza, es una de las intervenciones fundamentales para prevenir la muerte y la discapacidad generada por las enfermedades cardiovasculares. Aquellas personas que sufran de enfermedades cardiovasculares pueden beneficiarse del servicio de los fisioterapeutas para retornar a su actividad cotidiana.
Por otro lado, la dieta adecuada, baja en sal, la pérdida del exceso de peso y la realización frecuente de ejercicio físico son fundamentales para el correcto control de la tensión arterial, así como de la diabetes. Estas pautas deberán complementarse con la medicación antihipertensiva que el médico recomiende. Igualmente, al ser una enfermedad crónica, el paciente debe cambiar sus hábitos para mejorar su calidad de vida.