La alergia a los ácaros del polvo doméstico es la primera causa de alergia respiratoria en los niños europeos y, si no es controlada adecuadamente, puede afectar de forma negativa a sus relaciones sociales y a su desarrollo.
Según los resultados de una encuesta europea sobre la alergia a los ácaros del polvo doméstico, llevada a cabo por Stallergenes, la culpa, la ansiedad, la incomodidad, la irritabilidad, la incomprensión, la rendición y el sometimiento son síntomas psicológicos de la enfermedad frente a los cuales los niños no saben cómo reaccionar.
Según ha explicado el Dr. Antonio Valero, alergólogo del Hospital Clínic de Barcelona, "la prevalencia de la alergia a ácaros es muy importante en los niños, afectando tanto a su vida doméstica como escolar. Doméstica por las normas ambientales que se deben adoptar para disminuir su exposición a los ácaros (no pueden tener peluches, su habitación debe tener pocos juguetes, nada de alfombras, etc.) y tampoco pueden frecuentar lugares o domicilios con una alta exposición a polvo doméstico y elevado contenido de ácaros. Y escolar porque en fase sintomática su estado de atención puede verse alterado, producir somnolencia e incluso pérdida de audición que no les permite llevar una vida escolar normal como los demás niños".
Los pacientes alérgicos que han participado en la encuesta y que, además, son padres, declaran que no desean para sus hijos la misma vida de alérgico que ellos han tenido. Confían en que un diagnóstico y tratamiento de la enfermedad en sus fases iniciales mejoraría su evolución. Además, estos padres consideran que la inmunoterapia con alérgenos constituye una buena opción de tratamiento etiológico de la alergia a los ácaros del polvo doméstico tanto para los niños como para los adultos.
Por otra parte, los alérgicos a los ácaros del polvo doméstico europeos creen que no reciben suficiente información sobre su enfermedad ni por parte de su alergólogo ni a través de los medios de comunicación. Los encuestados piensan que el que no se considere un problema de salud pública influye decisivamente en ello. Este hecho contrasta con su elevada frecuencia, mayor incluso que la de la alergia al polen, pues el 20% de las alergias respiratorias en Europa son producidas por los ácaros del polvo doméstico.
Según ha afirmado el Dr. Valero, "la persistencia de los síntomas durante todo el año y su intensidad pueden provocar que la percepción de enfermedad y su afectación sobre la calidad de vida sea mayor que la percibida por los alérgicos al polen, que en la mayoría de los casos tienen síntomas un máximo de 60 a 90 días al año".