Hasta la aparición de las modernas técnicas de artroscopia, las lesiones de hombro provocaban a los pacientes dolorosas rigideces, resultados no satisfactorios en la implantación de prótesis y problemas en el tratamiento de tendones y partes blandas. La investigación médica ha dado lugar a las técnicas de cirugía artroscópica, que evitan gran cantidad de cirugías abiertas, lo que disminuye las complicaciones a los pacientes y consigue unos resultados mucho más satisfactorios.
"La importancia funcional de la articulación del hombro es básica para el movimiento de los miembros superiores, conectándolos con el tronco, lo que permite su rotación" explica el doctor Javier Sanz, jefe del servicio de Traumatología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, con motivo del primer curso impartido en el centro sobre artroscopia básica del hombro. Los avances en las técnicas de diagnóstico por imagen, así como los desarrollados en las cámaras y ópticas digitales, posicionan la cirugía del hombro por artroscopia como una de las técnicas más indicadas en el tratamiento de lesiones de esta articulación. A esto se suman las mejoras del instrumental, anclajes y suturas artroscópicas, lo que consigue fijaciones más estables que facilitan la rehabilitación temprana de los pacientes, que recuperan antes la funcionalidad de la articulación.
Las cirugías abiertas han pasado a un segundo plano, por lo que han sido relegadas a procedimientos en los que es necesaria la implantación de prótesis o sistemas de síntesis de fracturas. "En traumatología, como en otras especialidades médicas, los profesionales deben formarse continuamente para realizar cirugías por artroscopia, ya que es un procedimiento complejo. Para este proceso se emplean modelos o cadáveres como herramienta fundamental dentro de los cursos que impartimos" comenta el doctor Sanz.
Distintas tipologías de pacientes
En la actualidad, las lesiones más frecuentes de hombro se dividen en traumáticas y degenerativas. Las primeras se producen en deportistas, ya sean habituales u ocasionales, que sufren problemas de repetición que pueden llegar a ser muy dolorosos e incapacitantes. Dentro de este grupo cada vez aumenta más la edad de los pacientes, ya que la actividad física favorece que incluso por encima de los 50 años se presenten este tipo de lesiones. En caso de los deportistas de élite también se producen, lo que da lugar a patologías de hombro muy específicas.
El aumento de la longevidad también ha dado lugar a lesiones de hombro directamente relacionadas con problemas de artrosis o de los tendones del hombro, denominados manguito rotador. "Estas afecciones, que hace unos años no se diagnosticaban o se trataban sintomáticamente, constituyen más de un 25% de las consultas de traumatología y gran parte de ellas pueden ser tratadas por artroscopia, lo que supone una gran mejora en la pronta recuperación funcional del paciente".