Los pacientes que sufren graves problemas de peso y que se operan mediante cirugía bariátrica mejoran notablemente su estado de salud, al mismo tiempo que reducen las enfermedades asociadas al sobrepeso. De hecho, el 80% de los pacientes operados mejoran, e incluso en algunos casos resuelven, los problemas asociados a la diabetes mellitus y la hipertensión arterial, según recientes estudios científicos. Además, disminuyen los problemas relacionados con el síndrome de apnea obstructiva del sueño o las patologías articulares como la artrosis.
Los análisis médicos más recientes confirman que la cirugía bariátrica es el modo más efectivo para conseguir una reducción de peso duradera en pacientes con obesidad mórbida y reducir los problemas de salud asociados a esta enfermedad (infarto de miocardio, hipertensión, colesterol, diabetes, dolores articulares…). El Dr. Víctor Valentí, especialista en Cirugía General y Digestiva y codirector del Área de Obesidad de la Clínica Universidad de Navarra, asegura que "no se trata de un motivo estético, sino que la indicación de la cirugía es doble: mejorar la calidad de vida de las personas obesas y su estado de salud global, reduciendo el riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares o metabólicas, entre otras".
Técnicas mínimamente invasivas para combatir la obesidad
Los principales procedimientos quirúrgicos que se emplean para tratar los casos de obesidad mórbida se centran en el bypass gástrico y en la gastrectomía tubular, dados sus buenos resultados. Concretamente, los pacientes operados con bypass pueden reducir entre un 60-70% del peso que les sobra, de modo que "si una persona tiene 100 kilos de más, disminuirá su peso unos 60-70 kilos en el primer año desde la cirugía", explica el doctor. "Se trata de un ejemplo pero, por lo general, operamos a personas que sufren problemas de salud por la obesidad y que no necesitan pérdidas de peso tan extremas", añade.
Además, este tipo de procedimientos se realizan mediante técnicas mínimamente invasivas, "lo que supone que, por lo general, solo dos días después de la intervención, el paciente es dado de alta", indica el especialista.
La cirugía bariátrica está indicada para aquellos pacientes con obesidad mórbida con Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 40kg/m2, o bien para aquellos con obesidad grave con IMC superior a 35 kg/m2 y patología asociada grave. Los pacientes con IMC inferior a 35 kg/m2, pero con Diabetes Mellitus tipo 2, también pueden ser valorados para este tipo de intervenciones, especialmente si se asocian otras patologías metabólicas como son la hipertensión arterial o la dislipemia.
Sonia y M. Carmen: experiencias tras la cirugía bariátrica
"La situación era ya insostenible", asegura Sonia Zabalza. Antes de la cirugía bariátrica pesaba 140 kilos y, gracias al bypass gástrico, consiguió disminuir su peso a la mitad. "Yo trabajo en el servicio doméstico y era horrible, mis rodillas no podían soportar tanto peso. Fue mi médico el que me planteó la posibilidad de la operación, porque además del sobrepeso tenía un problema de tiroides", explica Sonia. La trasladaron a la Clínica Universidad de Navarra y le hicieron un seguimiento completo. "Al principio me daba un poco de miedo, pero ahora estoy feliz. Antes de la operación, evitaba caminar por la calle y siempre iba en coche. O, por ejemplo, me resultaba imposible jugar con mis sobrinos en el parque. Mi vida ha cambiado totalmente, se lo recomiendo a todas las personas que sufren estos problemas", asegura.
Otro caso es el de M. Carmen López que, hace solo dos años, pesaba casi 130 kilos. A los problemas diarios derivados de la obesidad se unió una depresión. "Estaba en mi mundo, no me apetecía hacer nada, y aunque hubiese querido, tampoco podía hacerlo: simplemente el salir de casa me agotaba y, aunque solo me moviese 100 metros, me tenía que sentar a descansar. Tras el bypass, he conseguido reducir el peso casi a la mitad. Ahora soy una persona totalmente nueva, vuelvo a tener ganas de vivir", explica.
La importancia de un tratamiento multidisciplinar
Las técnicas quirúrgicas y anestésicas utilizadas en este tipo de cirugía requieren la coordinación de diferentes servicios médicos como Endocrinología, Nutrición, Anestesia, Psiquiatría, Cirugía General, Plástica y Reparadora.
"La labor de tantos especialistas es esencial para diseñar un tratamiento personalizado a cada paciente y lograr así los mejores resultados tras la intervención", explica el Dr. Valentí. Este trabajo multidisciplinar ha sido reconocido por la Federación Internacional para la Cirugía Bariátrica (IFSO), que ha acreditado a la Clínica Universidad de Navarra como centro de excelencia en cirugía de la obesidad.
Asimismo, es considerada como un centro de excelencia líder en el tratamiento de la obesidad a nivel europeo por la Sociedad Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO). Este reconocimiento se otorga únicamente a aquellos centros que demuestren una sólida trayectoria científica de los principales responsables de la Unidad de Obesidad, avalada internacionalmente.