El cáncer colorrectal es, en la actualidad, el tumor maligno de mayor incidencia en España, con más de 41.000 nuevos casos cada año, contando conjuntamente a hombres y mujeres. Así, se estima que este afectará a uno de cada veinte hombres y a una de cada treinta mujeres antes de cumplir los 74 años.
"Esta incidencia es aún más elevada en algunas comunidades como Castilla y León. En nuestro hospital se operan unos 350 cánceres colorrectales al año, de los cuales unos 70 son cánceres de recto", ha señalado el doctor Vicente Simó Fernández, cirujano colorrectal del Complejo Asistencial Universitario de León.
Según explica el especialista, los retos actuales a los que se enfrentan los profesionales sanitarios en este ámbito se centran en aumentar la supervivencia a cinco años de los pacientes y disminuir la tasa de recidiva, es decir, la aparición del cáncer de manera repetitiva, ya sea en la misma localización o en otro órgano. "Todo ello sin olvidar la calidad de vida del paciente, lo que implica que nuestras intervenciones causen menos dolor, que la estancia hospitalaria sea más corta y que la reincorporación a la vida habitual del paciente sea lo más rápida posible. Por ello, la tendencia se dirige a realizar intervenciones quirúrgicas menos invasivas, como la cirugía laparoscópica", ha explicado el Dr. Simó.
En este sentido, la doctora Rosa Jiménez, cirujana colorrectal del Hospital Virgen del Rocío, ha afirmado que "la patología colorrectal es una de las subespecialidades en las que el uso de la cirugía mínimamente invasiva (CMI) es más amplia. Se realizan de forma cotidiana procedimientos laparoscópicos o robóticos tanto por vía transabdominal como transanal, para enfermedades benignas como por ejemplo el Crohn o la colitis ulcerosa, y para enfermedades malignas como el cáncer".
Así lo corroboran numerosos estudios que han demostrado que esta cirugía mínimamente invasiva mejora los resultados a corto plazo, disminuye el dolor postoperatorio y permite la recuperación del tránsito gastrointestinal de forma más precoz. "Además, como no hay incisiones abdominales o las que existen son muy pequeñas, de unos 5 o 10 mm, la incidencia de hernias postoperatorias es menor; y todo ello sin comprometer los resultados oncológicos a largo plazo", ha indicado la doctora.
"Actualmente la implantación de la cirugía mínimamente invasiva depende mucho del centro y del profesional, pero en líneas generales y en hospitales con unidades especializadas como en el caso del Hospital Virgen del Rocío, las intervenciones con esta cirugía superan ampliamente el 50% de los casos de forma global", ha detallado la Dra. Jiménez.
Nuevas tecnologías y cirugía robótica, presente y futuro en CCR
Las nuevas técnicas que surgen para el tratamiento de los tumores colorrectales bajos permiten conseguir una mejoría en los dos aspectos básicos de su tratamiento: obtener mejores resultados oncológicos y mejorar la calidad de vida de los pacientes. "Durante años el tratamiento del cáncer de recto avanzado, con radioterapia y quimioterapia antes de la cirugía, disminuía la recidiva local. También la extirpación completa de la grasa que rodea al recto (mesorecto) era fundamental para obtener buenos resultados, pero esto aumentaba la dificultad de las intervenciones quirúrgicas, sobre todo en el tramo final del recto", ha manifestado el Dr. Simó.
Así, técnicas novedosas como la escisión mesorrectal total transanal (TaTME) - que surge a raíz de la mejora de otras técnicas como la cirugía laparoscópica tradicional y los dispositivos para la resección transanal - permiten seccionar y unir tejidos y "nos ayudan a acceder a estos tumores de recto bajo por dicha vía, facilitando su extirpación y consiguiendo muy buenos resultados, que deben ser refrendados en los próximos años por estudios a largo plazo", ha explicado el experto.
Estas tecnologías todavía están en fase de incorporación en muchos servicios de Cirugía de hospitales españoles pero, tal y como resalta el doctor, "los resultados obtenidos con ellas son muy prometedores desde el punto de vista oncológico, consiguiendo extirpaciones más completas y mejorando la calidad de vida de los pacientes respecto a técnicas previas", ha comentado el Dr. Simó.
Por su parte, la Dra. Jiménez ha resaltado la importancia de la innovación tecnológica para el avance de la cirugía colorrectal, "los dispositivos de los que disponemos hoy en día no se parecen en nada a los que teníamos hace 5 o 6 años. Los selladores de tejidos que evitan el sangrado son más precisos y fáciles de manejar, además de más rápidos, lo que permite realizar cirugías más breves y aumenta la seguridad para el paciente ya que está menos tiempo en quirófano y sometido a una anestesia general. Además, el abordaje transanal y sin cicatrices se verá beneficiado de todas estas novedades que reducirán la complejidad técnica y disminuirán la curva de aprendizaje". Y ha añadido que, "el material que usamos ahora es más ergonómico, más cómodo para el cirujano, mejor adaptado a la mano y de mejor movilidad".