La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha alertado de que la crisis económica debe considerarse como un factor de riesgo cardiovascular, ya que son diversos estudios los que demuestran que, en momentos de recesión económica, la incidencia de las patologías cardiovasculares aumenta de forma considerable, "lo que hace imprescindible tomar medidas de forma urgente para evitar esta situación en nuestro país".
Varios estudios, realizados en Grecia, Argentina e Islandia, donde estalló la crisis años antes que en España, demuestran la relación entre la recesión económica y la incidencia de infartos y el aumento de emergencias por causa cardiovascular.
El descenso continuado de la renta per cápita, el aumento de los índices de pobreza, el incremento de la precariedad laboral o la disminución del gasto sanitario, hacen que la SEC haya alertado de que deben tomarse medidas de forma inminente para evitar un empeoramiento de la salud cardiovascular de la población española.
Por otro lado, un estudio publicado en Revista Española de Cardiología ha demostrado que los avances en la atención cardiovascular en España han aumentado en los últimos 30 años la esperanza de vida de la población. Según los expertos de la SEC, esta tendencia no se seguirá en los próximos años debido a la los recortes en programas sociosanitarios.
Por ello, uno de los objetivos prioritarios de la SEC, para mantener la salud cardiovascular en España, es el mantenimiento de la calidad asistencial. Con este fin, la sociedad científica ya se está preparando un proyecto que definirá y seleccionará los indicadores mínimos de calidad asistencial.
Además, la mejora de la prevención cardiovascular, tanto primaria como secundaria, es otro de los grandes retos que persigue la SEC, tratando que el paciente asuma la responsabilidad de su propia patología.