Hasta un 10% de la población española es diabética, pero la mitad de ellos lo desconocen. Con motivo del Día Mundial de la Diabetes que se celebró el pasado 14 de noviembre, se quiso destacar la importancia para los pacientes afectados por esta enfermedad de extremar sus cuidados bucales, ya que existe una conexión entre la enfermedad periodontal y la diabetes. Casi un tercio de las personas con diabetes padecen enfermedad periodontal grave y, además, los síntomas de la enfermedad suelen aparecer en la boca.
Es frecuente que los pacientes con esta enfermedad presenten mayores probabilidades de sufrir problema gingivales, es decir, inflamación de las encías que puede originar dolor y sangrado, así como periodontitis severa, que puede llegar incluso a provocar la pérdida de las piezas dentales. Esto se debe a que los diabéticos son más susceptibles a desarrollar infecciones. Pero no es lo único: la acumulación de placa bacteriana, la xerostomía o sequedad bucal y la infección por hongos, conocida como candidiasis bucal, son otras de las patologías a las que se exponen las personas diabéticas.
Además, si no se controlan los niveles de azúcar en sangre pueden provocar un incremento de los niveles de glucosa en la saliva, con el consiguiente aumento de bacterias en la boca que desencadenan la aparición de unas pequeñas pero dolorosas úlceras blanquecinas en la cavidad oral.
La boca, la primera señal de alarma para tratar la diabetes
No sólo la diabetes es un factor de riesgo para la aparición de problemas bucodentales, sino que los propios síntomas de esta enfermedad suelen tener su primer foco de aparición en la boca.
Además, en caso de que no se traten adecuadamente estos problemas bucodentales, se puede poner en peligro el control de la diabetes.
Por todo ello, los expertos proponen las siguientes recomendaciones bucodentales para los pacientes con diabetes: extremar el control de los niveles de azúcar en sangre, acudir al dentista de manera periódica, cada seis meses, cepillarse los dientes siempre después de cada comida y completar la limpieza con hilo dental o por lo menos usarlo una vez al día para remover la placa y bacterias depositadas entre los dientes. En caso de usar dentadura postiza, extremar su higiene y su estado, y si fuera necesario, habría que someterse a tratamientos periodontales con el fin de conseguir un adecuado estado del hueso y la encía para evitar la pérdida del diente.