En mujeres con obesidad y síndrome de ovario poliquístico (SOP), la dieta cetogénica muy baja en calorías (Very-Low-Calorie Ketogenic Diet, VLCKD) representa una estrategia eficaz para la reducción de grasa total y visceral, la mejora de parámetros metabólicos, así como para la rápida mejoría del hiperandrogenismo y la disfunción ovulatoria. Así se concluye en un estudio liderado por la profesora Alessandra Gambineri, de la Universidad de Bolonia (Italia), y publicado en "Endocrine Connections", en el que se ha comparado el efecto de una VLCKD comercial (Método PronoKal), supervisada por un médico, con una dieta mediterránea convencional baja en calorías (LCD, en sus siglas en inglés).
El síndrome de ovario poliquístico es un desorden especialmente frecuente en mujeres en edad reproductiva. Se caracteriza por la combinación de hiperandrogenismo, irregularidades menstruales/anovulación y ovarios de mayor tamaño y aspecto multifolicular (el llamado "ovario poliquístico"). Los signos clínicos frecuentes del hiperandrogenismo son el hirsutismo y el acné que no responden a las terapias dermatológicas habituales. Esta patología también suele ir acompañada de obesidad y alteraciones metabólicas como resistencia a la insulina e hipercolesterolemia.
Los resultados del mencionado estudio resultan especialmente relevantes dada la estrecha vinculación entre el síndrome de ovario poliquístico y la obesidad. El SOP es un desorden hiperandrogénico y metabólico frecuente, con una incidencia de entre el 5 y el 18% en mujeres en edad reproductiva, que aún es más elevada en mujeres que presentan obesidad. Se estima que aproximadamente el 50% de las mujeres con SOP tienen sobrepeso u obesidad; además, estas pacientes se enfrentan a una mayor dificultad para perder peso y para revertir la sintomatología del SOP.
Principales hallazgos
Partiendo de esta realidad, se ha llevado a cabo en una treintena de mujeres en edad reproductiva, con obesidad y síndrome de ovario poliquístico, un ensayo abierto, controlado y aleatorizado. El período de tratamiento fue de 16 semanas, estableciéndose dos grupos de tratamiento: un grupo experimental, siguiendo la metodología PronoKal, con 8 semanas de VLCKD y 8 semanas de dieta hipocalórica y un grupo control, con LCD mediterránea durante 16 semanas. Se ha evaluado su efecto en parámetros tales como el peso, grasa total y visceral, la resistencia a la insulina, la hiperandrogenemia, el hirsutismo, la ovulación y la morfología ovárica.
Se confirma en este trabajo el efecto de la VLCKD sobre los principales parámetros utilizados para la evaluación de la pérdida de peso (ampliamente demostrado en numerosos estudios previos y la experiencia en práctica clínica real), documentándose . En eresultados significativamente mejores en comparación con la dieta utilizada en el grupo control grupo de pacientes que siguieron la VLCKD se registra una reducción media del índice de masa corporal (IMC) de -13,7% (frente a -5,1% con la dieta convencional baja en calorías), una disminución de -11,4% en la circunferencia de la cintura (frente a -2,9% con dieta convencional) y una reducción de -24,0% en la masa grasa (frente a -8,1%). Además, las pacientes que han seguido una dieta cetogénica muy baja en calorías experimentan una reducción significativa en las cifras tensionales (disminución media de -8,77 mmHg en la presión arterial sistólica -PAS- y de -5,46 mmHg en la presión arterial diastólica -PAD-).
Pero, además, se reporta la mejora de importantes parámetros metabólicos en las primeras 8 semanas con la VLCKD (fase cetogénica), como la insulina en ayunas, el índice de resistencia a la insulina (HOMA-IR), el colesterol total y el colesterol HDL.
Tal y como explica la Dra. Maitane Núñez, Medical Advisor de PronoKal Group, "la relación entre el SOP y la obesidad está cada vez más evidenciada y se puede decir que, a pesar de que el SOP está independientemente asociado a la resistencia a la insulina, la obesidad incrementa la prevalencia de ésta y la agrava. Además, se observa que el cuerpo podría tener más resistencia a la pérdida de grasa. Por tanto, obtener resultados más que positivos, tanto en la pérdida de peso, como en los distintos parámetros de salud y hormonales relacionados con el SOP, ofrece mucha gratificación a las pacientes que viven con esta patología y a los profesionales médicos dedicados a su tratamiento."
Impacto hormonal y sintomatológico
Sin embargo, este estudio aporta una evidencia de especial interés para las pacientes con SOP, mostrando el impacto positivo de la VLCKD en algunos parámetros hormonales cruciales. Se aumentan los niveles de SHBG (globulina transportadora de hormonas sexuales), y consecuentemente, se produce una reducción en los niveles de testosterona libre, en las primeras 8 semanas de tratamiento con VLCKD.
Igualmente, se obtiene una mejora significativa de la ovulación en el grupo VLCKD (+46,1%), mientras que el cambio en el grupo control no fue significativo (+21,4%).
Un valor adicional que ofrece la VLCKD en estas pacientes con SOP es su capacidad para contrarrestar uno de los principales signos de la enfermedad, como es el hirsutismo o crecimiento excesivo de vello en mujeres en zonas en las que no suelen tener, puesto que son andrógeno-dependientes: labio superior, patillas, barbilla, cuello, areolas mamarias, tórax, en área inmediatamente superior o inferior al ombligo, así como en ingles, muslos, espalda. Se trata de uno de los síntomas más habituales en estas pacientes, y que más disconfort emocional plantea. En este caso, se pone de manifiesto una mejora en el hirsutismo utilizando la VLCKD; en concreto, la cuantificación del crecimiento terminal del vello en tres áreas de la piel del cuerpo sensibles a los andrógenos (barbilla, tórax y parte inferior del abdomen) revela, en comparación con el grupo control, una reducción de la densidad del vello del mentón y una reducción del grosor del vello pectoral y abdominal inferior.
Estos hallazgos corroboran evidencias previas y, como destaca, la Prof. Gambineri, "con esta metodología de pérdida de peso basada en la dieta cetogénica muy baja en grasas y en calorías, no solo conseguimos mejorar el IMC de las pacientes, con el impacto positivo en salud que esto implica, sino que minimizamos y tratamos las problemáticas asociadas a la enfermedad del síndrome de ovario poliquístico, que tanta influencia ejercen en el bienestar físico y emocional de las mujeres que la padecen, y que, en muchas ocasiones, se han visto infradiagnosticadas."