La disfunción eréctil y la incontinencia urinaria tras un cáncer de próstata tienen solución

Para resolver las dudas sobre la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil y dar a conocer las posibilidades terapéuticas de estas dos complicaciones, MD Anderson Cancer Center Madrid, en colaboración con la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), ha celebrado la I Jornada de urología sobre incontinencia urinaria y disfunción eréctil dirigida a pacientes.

El principal objetivo de esta charla es el de concienciar a los pacientes de la importancia de perder el miedo o la vergüenza a hablar de su situación y de informar sobre las diversas soluciones terapéuticas que existen a día de hoy.

En España, cerca de 15.000 hombres son diagnosticados de cáncer de próstata. De ellos, cerca del 50% son sometidas a una prostatectomía radical que, tras la extracción completa de la próstata a través de cirugía, permite liberar al paciente del tumor. Tras este proceso, muchos experimentan incontinencia urinaria y disfunción eréctil, dos complicaciones con un alto componente social que dificulta en gran medida la calidad de su vida.

En la actualidad, la incontinencia urinaria afecta en torno al 25% de los hombres sometidos a una prostatectomía radical. De ellos, más del 20% presenta la llamada incontinencia socialmente aceptable, por la que los pacientes tienen que usar una compresa diaria. Sin embargo, entre el 2 y el 3% conviven con una incontinencia urinaria severa que merma su calidad de vida. Respecto a los casos de disfunción eréctil, la cifra es muy variable dependiendo del tipo de cirugía que se aplique en función de las características de cada tumor.

A la hora de valorar si someterse o no a las técnicas de recuperación, los principales miedos de los pacientes se centran en la agresividad de los tratamientos y en el propio hecho de tener que pasar de nuevo por el quirófano.

Para revertir la incontinencia urinaria existen diferentes métodos según las necesidades de cada paciente. En los casos más leves, un tratamiento mediante fisioterapia, con o sin electroestimulación del suelo pélvico, puede ser suficiente. En los casos más graves se debe recurrir a técnicas con cirugía más agresivas.

En cuanto a la disfunción eréctil, la complicación de los tratamientos también varía en relación a la severidad de los síntomas. Los tratamientos van desde la administración de fármacos orales para estimular el deseo sexual del hombre, hasta la colocación de una prótesis de pene, pasando por inyecciones que producen la erección.

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