La incontinencia urinaria (IU) no solo es un problema de salud asociado al envejecimiento de las personas, sino que también afecta en la edad adulta. Por su valoración y tratamiento del paciente de forma integral y holística, enfermería desempeña un papel clave en la identificación y tratamiento de la IU, así como en el uso de los productos sanitarios idóneos en el tratamiento paliativo de la patología.
"La incontinencia urinaria es un problema de salud prevalente en la población adulta. Por ello, hemos de incluir en las actividades de prevención y de promoción de la salud que realizamos con las personas adultas una pregunta exploratoria que nos ayude a identificar y a diagnosticar este problema de salud con gran impacto en la salud física, emocional y social de las personas", advierte el vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (FAECAP) y enfermero especialista en enfermería familiar y comunitaria, Francisco Cegri.
Esta patología representa la tercera enfermedad crónica diagnosticada que mayor impacto produce en la calidad de vida del paciente. Casi el 40% de las mujeres adultas que la sufren, tiene una peor calidad de vida y, sin embargo, menos de un tercio busca atención.
Los absorbentes son los productos sanitarios que más se utilizan en España para paliar los efectos de las incontinencias y, por ello, centró una de las charlas del congreso de la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC), celebrado recientemente en el World Trade Center de Barcelona, que contó con la colaboración de Essity. Conocer el tipo de incontinencia, su severidad, la medida de la cintura y la cadera, así como la autonomía de la persona o necesidad de ayuda es clave para indicar el absorbente correcto.
"A la hora de recomendar un absorbente hemos de individualizar la indicación en función de las características de la persona y de sus preferencias, están son las claves para conseguir una buena adherencia terapéutica, esto es, hacer ‘un traje a medida'", recalca Cegri.
De cara al profesional sanitario, es necesario establecer una relación de confianza con el paciente para conseguir el resultado terapéutico deseado. "La actitud del profesional, la información facilitada y la respuesta a las expectativas de la persona condicionará la adherencia al plan terapéutico en particular y al empoderamiento de la persona en su salud general", matiza.
La incontinencia urinaria es un problema de salud "infradiagnosticado y no tratado adecuadamente en la mayoría de los casos", señala. Por ello, es imprescindible que los profesionales de enfermería estén sensibilizados con la patología y adopten una actitud proactiva para su identificación, diagnóstico y ofrecer el mejor tratamiento en cada caso.