El consumo de alimentos de una población es necesario para evaluar su estado nutricional, conocer la estructura de su dieta y valorar la exposición a distintos contaminantes presentes en los alimentos a través de la dieta (Dieta Total).
En nuestro país, algunos de los estudios de consumo se elaboran en base a la información de los presupuestos familiares para la compra de alimentos y en función de la cesta de la compra.
Sin embargo, los estudios obtenidos a través de encuestas individuales a la población utilizando métodos de recuerdo de 24 horas, registros de ingesta de alimentos de varios días o cuestionarios semicuantitativos de frecuencia de consumo de alimentos, son los que aportan más información.
Con el objetivo de analizar la situación nutricional, expertos internacionales de Iberoamérica se han dado cita en el workshop "Evaluación Nutricional y de estilos de vida de poblaciones", organizado por la FINUT y la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN). Se trata de una de las jornadas en colaboración con diferentes instituciones del ámbito de la nutrición en Iberoamérica, previas al XXI Congreso Internacional de Nutrición (ICN) que se celebrará en 2017 en Argentina.
"Es muy importante organizar foros de este calibre que nos permitan asentar las bases para nuestra próxima cita científica en Argentina, en la cual nos reuniremos bajo el lema De la ciencia a la seguridad nutricional", sostiene el Prof. Ángel Gil, Catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular II de la Universidad de Granada y presidente de la FINUT.
Unificar criterios para los estudios de consumo de alimentos en España
Según el Dr. Emilio Martínez de Victoria, catedrático de Fisiología del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos "José Mataix" (INYTA) de la Universidad de Granada y participante en este Workshop, "nos encontramos en el proceso de armonización de estos estudios. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), ha puesto en marcha distintas iniciativas para unificar la metodología de estas encuestas y establecer estándares para la UE con dos objetivos principales: hacer comparables los datos de consumo de alimentos en los diferentes estados miembros e iniciar un estudio paneuropeo de consumo alimentario, el Proyecto EU Menú".
En España se ha recogido amplia información de consumo alimentario "y al igual que en Europa, un grupo de expertos de distintas Sociedades Científicas y otras Instituciones públicas y privadas se reunieron en 2014 con el objetivo de unificar criterios para los estudios de consumo de alimentos en España", añade el Dr. Martínez de Victoria.
En cuanto a la estructura de la dieta española, tras el análisis de estos estudios, el Dr. Martínez de la Victoria añade que, "cada vez es más cercana a una dieta occidental globalizada, con alto consumo de alimentos de origen animal y escaso de frutas y verduras. Esto es especialmente cierto en la población adulta joven", explica este experto.
Asimismo, el Dr. Martínez de Victoria, señala que, "los índices de adherencia al patrón alimentario de la Dieta Mediterránea son más bajos en los jóvenes y aumentan conforme lo hace la edad de los encuestados. La situación no es muy diferente en Chile y Argentina ya que debido a la globalización alimentaria, se observa una occidentalización de la dieta". Los expertos confirman que las diferencias más destacadas radican en el consumo de carnes (especialmente en Argentina), cereales y lácteos, algo mayor en estos países.