Se estima que un tercio de la población padece alguna dificultad para dormir bien. El sueño es un estado de reposo necesario para el organismo y, también, para la salud de la boca. Ante estas cifras y con motivo del Día Mundial del Sueño, que se celebra el 18 de marzo, los expertos quieren concienciar de las complicaciones sobre la salud bucodental que puede causar no descansar bien.
La falta de sueño desencadena trastornos en las articulaciones mandibulares que provocan contracciones musculares y fuertes dolores de cabeza, oídos o dientes. Estos trastornos, derivados de no dormir las horas necesarias o de no descansar bien, pueden llegar a producir sensibilidad en la mandíbula, además de dificultar la capacidad de masticar o de abrir y cerrar la boca.
Aunque el organismo descanse, hay ciertas partes del cuerpo, como la boca, cuya actividad sigue siendo intensa durante las horas nocturnas. Es el caso del bruxismo, una de las afecciones más frecuentes durante la noche. Consiste en apretar y rechinar los dientes de forma inconsciente, una manera involuntaria de liberar el estrés acumulado durante el día. Este problema puede provocar lesiones en la dentadura, causada por el desgaste al que se ven sometidos los dientes. Pero no es la única consecuencia, ya que puede desencadenar dolores de cabeza y de oído, insomnio e inflamación de la mandíbula.
Otro de los males más comunes entre quienes sufren trastornos mientras duermen es la apnea del sueño. Ésta se produce por una obstrucción de las vías respiratorias mientras se duerme que no permite la entrada del aire a los pulmones. Al suceder esto, la persona ronca o se despierta jadeando, afectando a la calidad de su sueño. La apnea del sueño puede ser originada por una mala posición de la mandíbula. Por tanto, ante cualquier molestia detectada en la zona mandibular, es recomendable acudir al odontólogo.