"La fecundación in vivo representa todo un avance en la reproducción asistida. Bajo la nueva técnica, se permite la fecundación y el desarrollo temprano del embrión en el útero, en vez de en el laboratorio". La frase corresponde a Marcos Ferrando, director médico de IVI Bilbao, centro responsable del primer nacimiento de un bebé a través de esta técnica. Y el hombre subraya, entre sus ventajas, que "al tratarse de un procedimiento más natural, la madre se siente más partícipe en todo el proceso necesario para conseguir el embarazo".
En el marco del proyecto divulgativo ‘Encuentros con la salud' Marcos Ferrando precisa que "con el alto índice de tasa de embarazos que maneja el IVI, el reto actual es el de reducir el número de riesgos para que aumente el número de niños sanos." Tal desafío se sustenta en la acción genética. Así, el experto maneja dos conceptos prioritarios: el test de compatibilidad genética (TGC 547) y el diagnóstico genético preimplantacional. En la actualidad, se conocen unas 7000 enfermedades causadas por la alteración de genes concretos. Y uno de cada 100 nacidos presenta una de estas enfermedades.
"En el caso de test de compatibilidad genética", puntualiza Marcos Ferrando "éste reduce ese riesgo teórico de tener descendencia afectada de cualquiera de estas enfermedades genéticas de 1 de cada 100 a 1 de cada 30.000 aproximadamente. Las enfermedades genéticas no se pueden curar, pero sí se pueden prevenir con el TCG 547. Cada año", prosigue, "muchas madres y padres se ven sorprendidos por el nacimiento de un bebé con algún tipo de enfermedad genética. Esto ocurre porque para que se manifieste la enfermedad el niño tiene que heredar una copia alterada del padre y una copia alterada de la madre. Al tener los padres sólo 1 copia de la mutación, son portadores, pero personas sanas". Asimismo, el director médico del IVI recuerda que "el diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) es un método a través del cual se detectan alteraciones cromosómicas en los embriones. Con ambas técnicas logras una selección más precisa y minimizas los riesgos", señala.
En lo que se refiere a la fecundación in vivo, Marcos Ferrando asegura que "a diferencia de la fecundación in vitro, donde se extraen los óvulos, se juntan con los espermatozoides y se introducen en unas placas con un líquido que es su medio de cultivo, hasta que crecen y se introducen en la madre, esta nueva técnica, permite meter los embriones en un dispositivo y desde el minuto cero introducirlos en la madre. Este dispositivo es microporoso y va intercambiando los mismos nutrientes, oxígeno... Todo lo que el embrión necesita para crecer lo intercambia con su madre. Por lo tanto es más natural y en consecuencia la madre se siente más partícipe en todo el proceso".
Con esta técnica "la madre siente, desde el principio, que ha formado parte del crecimiento de ese niño y se facilita la transmisión de la información genética, resulta algo más fisiológico." A la hora de ahuyentar prevenciones, el especialista asegura que "el dispositivo es casi como un DIU, más pequeño, que se introduce en el útero y luego se extrae de una manera sencilla, a través de un fino hilo."
Los embriones humanos son extremadamente sensibles a las condiciones ambientales tales como temperatura, el tanto por ciento de CO2, y de oxígeno, y metabolitos en el medio de cultivo. El control de esas variables "se incrementa con un algoritmo exclusivo que IVI usa junto con los incubadores cinematográficos EmbryoScope, que capta imágenes con un intervalo establecido por el propio IVI, en este caso cada 20 segundos. Se trata de un incubador denominado ‘time lapse'."
"Mediante un modelo matemático desarrollado por IVI se ha podido determinar que los embriones que cumplen determinados tiempos de división y unos cambios morfológicos adecuados tienen entre un 10 y un 20% más de probabilidades de implantación", apunta Marcos Ferrando. "Esto permite acotar mejor el tiempo idóneo de división celular y aumentar las probabilidades de implantación en aquellos casos donde la selección embrionaria se ha realizado con la tecnología del EmbryoScope".