Según el doctor Josep Fuentes, jefe de Servicio de Anestesia del Pius Hospital de Valls de Tarragona y co-director del curso, "un elevado porcentaje de la población padece dolor a diario, siendo su intensidad de leve a moderado". Para poder aliviarlo, existen diferentes tipos de fármacos que se prescriben en función de la tipología, intensidad y características del dolor, valorando especialmente la idiosincrasia del paciente. En el caso de los opioides, en muchas ocasiones, tanto la sociedad como muchos de los profesionales, carecen de la información y de la formación necesarias para su correcta prescripción. Ante esta situación, la sección para el estudio y tratamiento del dolor del Colegio de Médicos de Tarragona, con la colaboración, entre otros, de Grünenthal , ha organizado un curso de opioides en el que se han reunido profesionales de distintas especialidades para ampliar sus conocimientos sobre el tema.
Estos fármacos están indicados en el tratamiento del dolor de intensidad moderada-severa y especialmente en el dolor crónico. Su efectividad es especialmente manifiesta en el dolor nociceptivo de tipo visceral, así como en el dolor neoplásico.
"Si los pacientes refieren una intensidad moderada o baja, hay otros fármacos que son igual de efectivos y pueden presentar menos efectos secundarios", comenta el doctor Fuentes.
Nuevas líneas de investigación
En el último día de curso se exploraron las perspectivas de futuro en el tratamiento del dolor. El doctor Emilio García Quetglas, director europeo de Innovación Terapéutica de Grünenthal, fue el encargado de explicar que, "el futuro de los opioides está centrado en tres ejes: implicar nuevas dianas terapéuticas relacionadas con los receptores de opioides con un mismo fármaco; impedir desde la periferia que el estímulo doloroso alcance el sistema nervioso central y por último, modificar la manera en que el opioide interactúa con su receptor para maximizar la eficacia analgésica y minimizar los efectos secundarios", explica.
Unos fármacos efectivos
"Los opioides son imprescindibles en el tratamiento del dolor a pesar de que su difusión es muy variable, -especialmente en el sur de Europa-. No obstante, el incremento de la esperanza de vida y el aumento de las patologías dolorosas asociadas, hace que su uso sea cada día más necesario", comenta el doctor Quetglas. Los efectos secundarios que pueden referir los pacientes son problemas previsibles de tipo gastrointestinal (nauseas, vómitos o estreñimientos), somnolencia, sedación o mareos. Es por este motivo que la aparición de algunos de esto efectos adversos, así como la falta de información, han provocado que se generen tabúes y reticencias a la hora de prescribirlos. "Existe una percepción social negativa en torno a estos fármacos que hay que intentar transformar a través de la formación, la coordinación y la implicación entre los profesionales médicos de distintas especialidades", aclara el doctor Fuentes.
La importancia de la formación
Durante cuatro días, alrededor de 40 personas han asistido a este curso en el que 17 ponentes de especialidades como Anestesia, Geriatría, Medicina Interna, Rehabilitación, Medicina General o Psicología se han encargado de aproximar la realidad de los opioides a los asistentes. El objetivo del curso ha sido profundizar en el conocimiento y manejo sobre estos fármacos para conseguir mejorar las habilidades de los médicos a la hora de prescribirlos.
Con este fin, el temario se ha estructurado de manera interactiva y dinámica para que los asistentes adquieran una visión general, correcta y actualizada de sus indicaciones y usos. Algunos de los temas abordados son: farmacología de los opioides, indicaciones, manejo práctico, efectos secundarios a corto y largo plazo, dolor irruptivo, rotación de opioides, hiperalgesia, vías de administración, alteraciones cognitivas y perspectivas de futuro entre otras.