Por iniciativa de la Fundación Dieta Mediterránea y en colaboración con numerosas entidades internacionales, un grupo de expertos pertenecientes a disciplinas diversas ha consensuado un nuevo esquema que enriquece la representación gráfica de la pirámide tradicional de la dieta mediterránea para adaptarse al estilo de vida actual.
La pirámide sitúa en la base los alimentos que deben sustentar la dieta (frutas, verduras y cereales) y relega a los espacios superiores, gráficamente más estrechos, aquellos que se deben consumir con moderación como dulces y patatas. Además, se añaden indicaciones de orden cultural y social íntimamente ligados al estilo de vida mediterráneo. No se trata, por tanto, de dar tan solo prioridad a un determinado tipo de alimentos, sino a la manera de seleccionarlos, cocinarlos y de consumirlos. También refleja la composición y número de raciones de las comidas principales.
La dieta mediterránea es un excelente modelo de vida saludable. Alimentarse saludablemente junto con la práctica de ejercicio físico moderado beneficia la salud. Los beneficios de la dieta mediterránea sobre la salud y su papel en la prevención de muchas enfermedades crónicas son ya una evidencia científica.