La Gimbernat (UAB) destaca las posibilidades de la fisioterapia en el tratamiento del autismo

La Escuela de Fisioterapia Gimbernat (EUIFG) promueve incorporar la fisioterapia como tratamiento complementario al psicopedagógico para tratar los aspectos motrices y relacionales del niño
La terapia con caballos estimula la afectividad, aumenta la capacidad de independencia y contribuye a la rehabilitación neuromuscular, psicológica, cognitiva y social de niños afectados por esta enfermedad

Alrededor de 50.000 niños tienen autismo en España. Coincidiendo con el Día Mundial del Autismo, la Escuela de Fisioterapia Gimbernat (EUIFG), adscrita a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), promueve abordar este trastorno incluyendo la fisioterapia como tratamiento complementario al psicopedagógico para tratar tanto los aspectos motrices como relacionales del niño.

Los niños con TAA (Trastornos del Aspecto Autista) se caracterizan por presentar desde la infancia alteraciones en el desarrollo motor, lo cual dificulta la evolución normal del movimiento, las relaciones afectivas y la adaptación al entorno. En este sentido, la fisioterapia focaliza la acción en el desarrollo del movimiento corporal para incrementar su independencia, mejorar la actitud y el control postural, la coordinación y el equilibrio, hasta conseguir que el niño tenga una mayor atención y participación.

Teresa Xipell, jefa de estudios de la EUIFG, considera de vital importancia complementar los estímulos psicopedagógicos con el desarrollo de actividades lúdicas y divertidas. Además, considera que el momento de iniciar la fisioterapia debe ser de manera temprana para que los avances puedan ser más significativos.

Terapia asistida con caballos

Uno de los retos del fisioterapeuta es ganarse la confianza del niño y crear un vínculo. Los niños con este síndrome toleran poco el contacto físico por eso los tratamientos con caballos son de los que mejor respuesta tienen. A través del contacto con el caballo y de la motivación que éste genera, se buscan soluciones a los problemas de aprendizaje y adaptación, aumentando la motivación, la afectividad, mejora la atención y concentración, estimula la sensibilidad táctil, visual, auditiva y olfativa.

El movimiento del caballo permite a los profesionales promover la rehabilitación a nivel neuromuscular, psicológico, cognitivo y social, y reforzar su musculatura postural. De este modo, los pacientes adquieren y desarrollan las habilidades necesarias para poder llevar a cabo actividades cotidianas y ser más independientes. "La incondicional entrega y lealtad del caballo hace que el tratamiento se convierta, además, en una gran ayuda motivacional, ya que obtienen del caballo algo más que un tratamiento", explica Teresa Xipell, Jefa de Estudios de la Escuela Universitaria de Fisioterapia Gimbernat (EUIFG).

La EUIFG ha sido pionera en impartir esta formación en España y ofrece el Posgrado de Rehabilitación Ecuestre-Hipoterapia.

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