El 4 de febrero se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer

La hepatitis C es la principal causa del hepatocarcinoma (cáncer de hígado primario)

Cada año se diagnostican más de 4.000 nuevos casos en España
El 75% de los casos el paciente da positivo en hepatitis C

En la actualidad existen en nuestro país unas 900.000 personas afectadas por el virus de la hepatitis C, siendo el principal problema que la mitad de los pacientes no está diagnosticado. "La hepatitis C es una enfermedad que en sus primeros estadios no presenta síntomas, por lo que en muchos casos se diagnostica décadas después de la infección, cuando la enfermedad se ha cronificado desarrollando una cirrosis o un hepatocarcinoma", afirma el Dr. Gonzalo Guerra Flecha, hepatólogo y fundador del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (www.cmed.es). 

En aproximadamente el 85% de los infectados de hepatitis C, la enfermedad se hace crónica al no eliminar el cuerpo de forma natural los virus portadores (proceso que ocurre en los primeros meses tras la infección, en la denominada fase aguda) o al no responder a los tratamientos antivirales que teníamos hasta ahora. La hepatitis C crónica provoca paulatinamente lesiones en el hígado con la consiguiente aparición de tejido cicatricial. En una primera etapa se sufre una fibrosis para pasar después a cirrosis, cuando el hígado está plagado de tejido cicatricial que impide el desarrollo normal de sus funciones metabólicas. "La siguiente evolutiva de la enfermedad es un hepatocarcinona (cáncer de hígado). De hecho, se estima que entre el 20 y el 35% de los infectados por el virus de la hepatitis C desarrollará un cáncer de hígado",  asegura el Dr. Guerra Flecha.

En España se diagnostican cada año unos 4.300 nuevos casos de cáncer de hígado, afectando 3.000 a varones y 1.300 a mujeres. Las principales causas del cáncer de hígado son la hepatitis C y B, la cirrosis hépatica, la intoxicación alimentaria por aflotoxinas (producidas por un hongo capaz de contaminar cereales y frutos secos de consumo humano), la hemocromatosis (elevados niveles de hierro en el hígado) y la exposición continuada al cloruro de vinilo (utilizado en la fabricación de plásticos). En nuestro país, es destacable que hasta un 75% de las personas que desarrollan un hepatocarcinoma dan positivo en el virus de la hepatitis C.

Los síntomas del cáncer de hígado son muy inespecíficos, pudiendo algunos ser comunes con otras otros cánceres u otras enfermedades digestivas menos serias. Muchos de los síntomas son los mismos que presenta una persona con cirrosis, ya que la mayoría de los hepatocarcinomas se desarrollan sobre un hígado cirrótico. Además, se producen cuando la enfermedad está en un estadio avanzado.

  • Dolor e hinchazón abdominal
  • Pérdida de peso sin motivo aparente
  • Cansancio o fatiga inusual
  • Ictericia
  • Coloración oscura de la orina y heces blanquecinas
  • Fiebre
  • Nauseas y vómitos

Dada la variabilidad de los síntomas siempre es aconsejable acudir al especialista si presenta alguno de ellos para que realice un diagnóstico lo más precoz posible. Las principales pruebas para detectar el cáncer de hígado son la analítica de sangre en la que se incluyan las determinaciones para la función hepática correcta y los marcadores tumorales (alfa-fetoproteína), la ecografía y el TAC abdominal y la toma de muestra muestras (biopsias) que puede realizarse mediante laparoscopia o por punción directa.

"El pronóstico del cáncer de hígado no es muy bueno, ya que se suele detectar en fases muy avanzadas de la enfermedad, cuando la curación es muy difícil. Por este motivo, es muy importante acudir al especialista cuando se tengan síntomas o se tenga sospecha no sólo ya de un cáncer sino de estar infectado por la hepatitis, ya que el hepatocarcinoma si se detecta tempranamente es tratable y operable en un alto número de pacientes" afirma el hepatólogo y fundador de CMED.

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