Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hepatitis crónica C afecta a cerca de 150 millones de personas. Además, se estima que este virus infecta cada año a entre tres y cuatro millones de personas en todo el mundo.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hepatitis crónica C afecta a cerca de 150 millones de personas. Además, se estima que este virus infecta cada año a entre tres y cuatro millones de personas en todo el mundo.
En España se estima que 800.000 personas padecen hepatitis C pero más del 60% lo desconoce. La infección por el virus de la hepatitis C son la causa principal de hepatitis crónica, cirrosis y carcinoma hepatocelular, así como la indicación más frecuente de trasplante hepático.
La hepatitis C es llamada la "asesina silenciosa", ya que por no presentar síntomas agrede de forma lenta y constante el hígado. Esto lleva a que uno de cada cuatro infectados desarrolle cirrosis o cáncer de hígado después de 25 años de haberse producido la infección.
Diversos estudios internacionales han demostrado que la progresión de la hepatitis C, si no se trata en las fases iniciales de la patología, ocasiona al sistema de salud un aumento exponencial del gasto con el paso del tiempo.
Por ello, los expertos recomiendan abordar la hepatitis C en sus fases iniciales. Para ello, es importante que la población general esté informada sobre esta patología y se realicen pruebas de detección a la población que ha estado o está en situaciones de riesgo.