La hipertensión aumentará casi un 25% en los países desarrollados y hasta un 80% en los más pobres para 2025

La hipertensión arterial habrá aumentado casi un 25% en los países desarrollados y hasta un 80% en aquellos en vías de desarrollo para 2025, según los expertos reunidos en Valencia para debatir las estrategias en materia de política sanitaria e hipertensión arterial, que elaboraron un documento de consenso con directrices para reducir la mortalidad por esta enfermedad en España.

En la actualidad, el 33% de los fallecimientos en España está relacionado con enfermedad cardiovascular y casi la mitad se deben a problemas de hipertensión arterial. Valencia, Canarias, Andalucía, Baleares y Extremadura se encuentran entre las autonomías con mayor índice de mortalidad por estas enfermedades.

En este encuentro participaron Luis Miguel Ruilope, jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital 12 de Octubre de Madrid, coordinador de este documento de consenso; Manuel Yarza, director de Asistencia Sanitaria de Zona de la Agencia Valenciana de Salud (Consellería de Sanitat Valenciana), y Josep Redón, jefe de Medicina Interna del Hospital Clínico de Valencia.

Un total de 28 firmantes, representando a 23 sociedades científicas, organizaciones profesionales, administración sanitaria y pacientes, elaboraron en este encuentro el documento de consenso "Hipertensión y Política de Salud en España".

En su creación participaron la Asociación de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial; la Universidad Autónoma de Madrid; el Foro Español de Pacientes, y la Sociedad Española de Medicina General, entre otros.

En líneas generales, el documento se dirige a los organismos sanitarios, a quienes insta a tomar conciencia sobre el impacto de las enfermedades cardiovasculares; a los médicos, para quienes piden más recursos para evitar las listas de espera; y por último, a los pacientes, para que, con campañas de información, conozcan su patología y sean partícipes de su tratamiento.

Asimismo, fija cinco prioridades en materia de hipertensión: reconocer la hipertensión arterial como un problema de salud pública en las políticas sanitarias; priorizar su control en la gestión de procesos asistenciales; potenciar la capacidad de los profesionales sanitarios en su prevención y control; mejorar la adherencia terapéutica y generar evidencia que permita cuantificar la razón coste-beneficio del control de la hipertensión arterial.

Respecto al primero de los puntos, el documento reclama una estrategia nacional para la hipertensión arterial. Según Ruilope, los servicios autonómicos de salud deben "fomentar la prevención y el control la hipertensión entre los equipos asistenciales, con consejos preventivos, mejor detección y más control, evitando la inercia".

Por su parte, los profesionales sanitarios deben "actualizar y mejorar sus conocimientos", ya que, según el doctor Yarza, "la falta de control de las personas hipertensas a la hora de tomarse la medicación es un problema". "Estamos volcados en iniciativas como la de este documento, que nos parecen muy importantes", acotó.

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