La nutrición, en sentido general y más concretamente en los primeros años de vida, es el principal factor extrínseco del crecimiento y desarrollo.
En el Día Mundial de la Alimentación, es importante recordar que es fundamental seguir una dieta variada y equilibrada que aporte los requerimientos necesarios de energía y nutrientes en todas las etapas de la vida, haciendo hincapié en las necesidades de vitaminas y minerales en la alimentación de la infancia desde el nacimiento hasta los 3 años para el mantenimiento de un estado de salud óptimo y la prevención de enfermedades no solo infantiles, sino también por su repercusión en la vida adulta.
El informe de la UNICEF "El Estado Mundial de la Infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición" ha revelado que casi 2 de cada 3 niños entre los seis meses y los dos años de edad no reciben alimentos que potencien un crecimiento rápido de sus cuerpos y sus cerebros. ‘'Uno de cada tres niños menores de cinco años, o más de 200 millones, están desnutridos o sufren sobrepeso''.
A lo largo de los primeros años de vida se producen fenómenos madurativos importantes que afectan al sistema nervioso, al aparato digestivo y al aparato excretor, por lo que la alimentación debe ser adecuada para cada edad y etapa madurativa del bebé. Para poder ingerir alimentos diferentes a la leche, es conveniente que el organismo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune.
En los primeros 6 meses el alimento del bebé debe ser exclusivamente leche, preferiblemente materna o, si no fuera posible, leche de fórmula de inicio para lactantes.
Cabe resaltar que no siempre es posible alimentar al bebé con leche materna y es por ello por lo que actualmente existen en el mercado una gran variedad de fórmulas infantiles adaptadas a las necesidades de los bebés para cada etapa.
Según indica la ESPGHAN (Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica) entre los 4 y los 11 meses se puede iniciar la alimentación complementaria, un proceso por el cual se ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna o de una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de la leche.
La industria de la alimentación es consciente de la gran importancia de la nutrición infantil para un crecimiento óptimo y saludable. Por ello, diseña y desarrolla productos en base a los últimos avances científicos para proporcionar los nutrientes que contribuyan al correcto desarrollo y crecimiento de la infancia en cada una de sus etapas. Además, las empresas asociadas a la Asociación Nacional de fabricantes de productos de Dietética Infantil están adheridas a un Código Deontológico de Buenas Prácticas Comerciales cuyo control de cumplimiento corresponde a Autocontrol. A través de dicho Código las empresas asociadas se comprometen a mantener unas prácticas comerciales éticas en sus relaciones con otras empresas y a no dañar su imagen ni la de la industria de la alimentación infantil en general.