La incidencia del cáncer de tiroides se ha duplicado en los últimos 10 años. Así lo recoge un estudio realizado por el Área de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), del que se desprende que cada año se identifican en España alrededor de 4.500 nuevos cánceres de tiroides, lo que supone más de 9 casos por 100.000 habitantes, 5 casos anuales por 100.000 varones, y más de 13 casos anuales por 100.000 mujeres.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Tiroides, que se celebra el 24 de septiembre, la SEEN incide en la importancia del papel del endocrinólogo en el abordaje de la enfermedad. "El endocrino se encarga de diagnosticar el cáncer de tiroides, así como de coordinar al equipo multidisciplinar que interviene en el tratamiento de esta patología conformado por cirujanos, médicos nucleares, radiólogos, oncólogos, radioterapeutas, entre otros, según las características y la evolución del caso clínico del paciente", mantiene el doctor Javier Santamaría Sandi, miembro del Comité Gestor del Área de Conocimiento de Tiroides de la SEEN.
En cuanto a los síntomas, en la mayoría de los casos, el cáncer de tiroides se manifiesta con un bulto en el cuello, pero el doctor Santamaría especifica que "hay muchos otros procesos que pueden aparecer de la misma forma, por lo que en este caso se debe acudir al médico para distinguirlo de otros procesos benignos, que es lo más frecuente". El cáncer de tiroides puede diagnosticarse a cualquier edad, tanto en jóvenes como en ancianos, aunque en niños es excepcional. Sin embargo, especialista resalta que existe una gran diferencia entre sexos: "es más frecuente en la mujer, ya que la prevalencia en las féminas es 3 o 4 veces mayor que en el hombre".
Hacia la individualización del tratamiento
En relación a los retos sobre el abordaje de esta patología, el endocrinólogo asevera que es esencial individualizar el tratamiento de cada paciente con cáncer de tiroides. "La gran mayoría de los casos tienen un buen pronóstico, por lo que hay que evitar intervenciones que pueden dar lugar a morbilidades, pero a la vez, es necesario identificar aquellos que pueden evolucionar mal para poder aplicar precozmente estos nuevos tratamientos". Asimismo, el doctor hace hincapié en que es fundamental transmitir a los pacientes que "es una enfermedad frecuente, cuyo pronóstico es excelente, e incluso en los pocos casos de mala evolución existen, y cada vez más, opciones terapéuticas" y añade que "en términos generales, el pronóstico de los cánceres de tiroides es muy bueno, lográndose curación en la gran mayoría de los casos". "En los últimos años están apareciendo numerosas moléculas que pueden frenar el desarrollo de los tumores con mala evolución, mejorando el pronóstico de estos escasos pacientes que no respondían a los tratamientos clásicos", concluye el endocrinólogo.