La incontinencia urinaria (IU) es uno de los problemas de salud que más repercute en el bienestar de los pacientes que la padecen, ocupando el quinto lugar en cuanto al impacto en la calidad de vida en la escala Nottingham Health Profile. De hecho, cerca del 55% de las personas que lo sufren confirma que les provoca alteraciones en su vida cotidiana, desde sociales, emocionales hasta de salud. Por ello, es fundamental la labor que realizan los profesionales sanitarios y, concretamente, el personal de enfermería por su cercanía con el paciente.
Así se ha puesto de relieve durante el Congreso Internacional de Enfermería de Barcelona que ha destacado el alcance que tiene la incontinencia en el día a día del paciente y la necesidad de brindar una atención asistencial más personalizada para mejorar su calidad de vida, tal y como se ha mostrado en el simposio ‘La importancia de la valoración individualizada del paciente incontinente' organizado por la División Health and Medical Solutions de SCA.
Estos pacientes requieren de cuidados diarios, personalizados y continuos, que recaen en la labor de este profesional que juega un papel de suma importancia para atenderles en esta tarea compleja y con las mayores garantías de calidad asistencial. Por ello, y puesto que cada paciente presenta un tipo de afección diferente, es clave realizar una valoración individualizada de este síndrome, determinando el tipo de incontinencia y plantear así los objetivos a lograr con los cuidados pautados en cada perfil.
Como explica Consuelo Gallardo Bayón, enfermera experta en cuidado de la continencia urinaria de TENA: "hay que investigar las razones para dar la respuesta más adecuada. La incontinencia no se produce en todas los pacientes por las mismas causas, por tanto, los tratamientos son diferentes". Y es que esta enfermera asegura que "sin saber las causas, el alcance, el tipo y la forma de la incontinencia no podríamos afrontar ni el diagnóstico en enfermería ni la planificación, intervención o plan de cuidados. En todo momento la valoración del paciente debe ser individualizada".
Durante el simposio, se ha tratado la relación de la incontinencia con la calidad de vida de los pacientes, la valoración de enfermería en esta área, los objetivos de esa valoración, los métodos de la misma –anamnesis, examen físico, pruebas de visualización y pruebas complementarias– y el resultado de la valoración.
La enfermera, líder del equipo multidisciplinar
Para finalizar, esta experta en incontinencia ha señalado que "las enfermeras tenemos que estar en condiciones de intervenir, para lo que la enfermería debe empoderarse, pues somos las garantes de los cuidados. Además, tanto cuidadores como incontinentes deben implicarse en las medidas que les indiquemos, curativas y reparadoras". Su tratamiento ha de ser multidisciplinar, pero "la enfermería debe liderar el equipo, pues la incontinencia lo que más requiere son cuidados, y los cuidados son de enfermería".