Las "súper bacterias" resistentes a los antibióticos constituyen una amenaza global. Los expertos estiman que, si no se toman medidas urgentes en el año 2050, las bacterias resistencias a los fármacos disponibles en la actualidad provocarán 10 millones de muertes al año en todo el mundo. Sin embargo, no se trata sólo de un riesgo a largo plazo. Las resistencias antimicrobianas matan ya a 26.000 personas en Europa cada año, y provocan infecciones graves a más de cuatro millones. Y España es uno de los países más expuestos a este peligro. Ante el Día Europeo del Uso Prudente de los Antibióticos, que se celebra el próximo 18 de noviembre, la Asociación para el Descubrimiento de Nuevos Antibióticos en España (AD-ES) quiere incidir sobre la necesidad de educar a la población en el uso responsable de estos fármacos y también de mantener el compromiso con la investigación de nuevos tratamientos para combatir las bacterias multirresistentes.
"El descubrimiento de los antibióticos ha supuesto una revolución sin precedentes en la medicina, nos han permitido controlar las epidemias salvando millones de vidas y ha hecho posible el desarrollo de la cirugía y la medicina modernas. Sin embargo, el uso indiscriminado y la larga etapa sin haber descubierto nuevos antibióticos han propiciado la selección de cepas multirresistentes". Así explica el problema al que nos enfrentamos el Dr. Domingo Gargallo-Viola, presidente de AD-SP. El Dr. Gargallo, que colabora con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, dependiente del Ministerio de Sanidad, en el desarrollo del Plan Nacional para la Lucha contra las Resistencias a los Antibióticos, recuerda que, en la última década, el problema se ha agravado de forma considerable, dado que "se ha producido un incremento del 40% en el consumo de antibióticos en humanos y posiblemente mucho mayor en producción animal".
España es el país donde más ha crecido el consumo de antibióticos en el conjunto de la Unión Europea, con un incremento de nueve puntos porcentuales en sólo dos años (de 2013 y 2015), frente a la caída media del 6% en el consumo en el conjunto de países europeos. Son datos del último Eurobarómetro, que también revela que el 47% de los españoles ha consumido antibióticos en el último año, lo cual sitúa a nuestro país a la cabeza de la UE, sólo por detrás de Malta. Este porcentaje es más del doble del registrado en Suecia o en Holanda (18-20%). Pero, lo más grave, a juicio del Dr. Gargallo, es que "un importante porcentaje de los consumidores no sabe realmente para qué sirven los antibióticos. De hecho, casi la mitad de los españoles cree que los antibióticos son efectivos contra los virus, lo cual no es cierto".
Esto hace que España esté "entre los países con un porcentaje mayor de cepas resistentes a los antibióticos". Una situación que puede tener importantes consecuencias, pues "muchos de los avances de la medicina moderna dependen de que tengamos antibióticos para proteger a los pacientes de infecciones, como los procesos quirúrgicos, los trasplantes, la quimioterapia o incluso una cesárea", explica el presidente de AD-SP.
¿Qué se puede hacer?
En este contexto, es urgente actuar, de forma coordinada, incluyendo los gobiernos, las instituciones sanitarias (hospitales), universidades y la industria para luchar contra esta amenaza. El Dr. Gargallo, que participará en la Jornada sobre el Uso Prudente de los Antibióticos que celebra la AEMPS el próximo viernes en el Ministerio de Sanidad, reconoce el compromiso de las autoridades, en particular de esta agencia en los últimos años, pero señala que los esfuerzos "siempre tienen que realizarse de forma global y coordinada" con los 28 países de la Unión Europea y a nivel mundial, algo que ya se está empezando a hacer. También pide al nuevo Gobierno y a las autoridades sanitarias "mantener el compromiso de los últimos años para concienciar a la población y a los profesionales sanitarios sobre la necesidad de racionalizar el consumo de antibióticos". Por otro, considera esencial "apoyar la investigación e impulsar el interés de la industria por el descubrimiento y desarrollo de nuevos antimicrobianos".
A su juicio, existe una necesidad de reconstruir la infraestructura y capacidad internacionales para el descubrimiento y desarrollo de nuevos antibióticos, que ha ido desapareciendo en las últimas dos décadas debido a la falta de inversión en este campo y, en algunos casos, a la falta de interés de la industria y de los expertos del mundo académico, que se han desplazado hacia otras especialidades. En este sentido, su apuesta es llevar la medicina de precisión a los antibióticos. "Nuestra propuesta es que la medicina personalizada, que ya existe en otros campos, como la Oncología, llegue al terreno de los antibacterianos", señala el Dr. Gargallo. También considera necesario "avanzar en el desarrollo de técnicas de diagnóstico eficaces, rápidas y con un coste razonable" para que el médico sepa si se enfrenta a un virus o a una bacteria y pueda tratar a cada paciente de la forma más adecuada.