La magia podría inspirar a neurocientíficos para avanzar en tratamientos de enfermedades cognitivas

Los magos son grandes manipuladores de la percepción. Esto puede ayudar a los pacientes que tengan una reducción en sus capacidades cognitivas y de atención
Las ilusiones son atajos o estrategias que utiliza nuestro cerebro para compensar las limitaciones neurales y nos permiten entender cómo el cerebro construye nuestra percepción de la realidad

¿Estamos seguros de lo que vemos o somos conscientes de que tenemos ilusiones?; ¿todo lo que percibe nuestra retina es real?; ¿sabías que la mayor parte de las veces percibimos la realidad en base a nuestras emociones? En el marco de la conferencia, "Los engaños de la mente", promovida por la Universidad Europea, la neurocientifica, Dra. Susana Martínez-Conde dará respuesta a algunas de estas preguntas.

Experimentamos engaños constantemente. Estos engaños son percibidos por nuestra mente como ilusiones cognitivas y sensoriales. Según la Dra. Martínez-Conde, autora del libro "Los engaños de la mente", publicado por Destino y obra ganadora del Premio Prisma al Mejor Libro Publicado en 2012, "las ilusiones son atajos o estrategias que utiliza nuestro cerebro para compensar las limitaciones neurales y nos permiten entender cómo el cerebro construye nuestra percepción de la realidad".

A través del estudio de las ilusiones, podemos entender cómo funciona el cerebro de manera subyacente a nuestra experiencia consciente. "Muchas de las ilusiones que tenemos han sido creadas por los artistas visuales.  De hecho, en el estudio de las ilusiones existe una gran tradición entre percepción y arte visual.

Los seres humanos no vemos el mundo como es, sino como creemos que es, o mejor dicho, como queremos que sea". Es la idea principal que se recoge en el libro "Los engaños de la mente", donde la Dra. Martínez-Conde analiza a profesionales del ilusionismo que tienen un conocimiento intuitivo de cómo funciona el cerebro que les permite manipular nuestra atención. 

"Al abordar las técnicas de la magia, los neurocientíficos se sumergen en métodos que pueden adaptar a su ámbito de trabajo", explica la experta, que considera que los investigadores pueden estudiar el diseño de experimentos más sólidos e ilusiones visuales para explorar las bases neurales de la atención y la consciencia. Además, estas técnicas podrían llevar al diagnóstico y a métodos de tratamiento para pacientes que sufren déficits cognitivos específicos, como Trastorno por Déficit de Hiperactividad y Atención (TDAH) o la Enfermedad de Alzheimer.

A lo largo de su carrera, la Dra. Martínez-Conde ha colaborado con magos para estudiar las ilusiones ópticas y lo que estas nos dicen del cerebro humano. En este contexto, el objetivo consiste en explicar a la comunidad de investigadores por qué la magia funciona en la mente del espectador. Gracias a estas colaboraciones, los expertos creen que a través de los trucos de magia, la neurociencia puede contar con nuevos puntos de vista. En este sentido, se podría "engañar" a los pacientes con la intención de que se concentren en las partes más importantes de su terapia y suprimir distracciones que causan confusión y desorientación.

La investigadora asegura que hay que tomar la parte positiva de que "los magos sean grandes manipuladores de la percepción, ya que esto puede ayudar a los pacientes que tengan una reducción en sus capacidades cognitivas y de atención".

El cerebro humano tiene más de dos docenas de áreas que están dedicadas al procesamiento de la información visual. Por ejemplo: la retina. "En estas áreas se va procesando nuestra percepción, que está influida y modulada por nuestra experiencia previa del mundo, nuestra memoria, expectativas y emociones. Todo ello modula nuestra experiencia perceptiva".

Los algoritmos que usa el cerebro nos proporcionan una simulación de la realidad. "Interactuamos con la simulación construida por nuestro cerebro. Vemos o no vemos las cosas en base a nuestro estado emocional.  Nuestra percepción no suele corresponder con la realidad porque hay una discrepancia de la realidad objetiva y nuestra experiencia subjetiva.", insiste la experta. La percepción visual es nuestra experiencia de cómo vemos el mundo.

Además, en el entorno educativo, los principios de los magos pueden servir para manejar y dirigir la atención de los alumnos y que experimenten al máximo la información que el maestro pretende transmitir. "A veces no se transmite óptimamente porque la información no está adaptada a nuestra capacidad de procesamiento. Sin embargo,  los magos saben, de manera intuitiva, cómo presentar información para que afecte a los sistemas atencionales", destaca la Dra. Martínez-Conde.

De esta forma, es preferible presentar la información para que no exija esfuerzo de multitarea.  "Cuando presentamos muchos datos de forma simultánea,  estamos provocando que la persona elija entre un contenido u otro. Los educadores deben pensar antes de presentar una lección cómo dar a conocer el contenido principal o interesante para que el alumno lo memorice".

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